La única manera de contrarrestar la epidemia de noticias falsas es tener un sistema educativo proactivo, sólido, que forme a niñas, niños, jóvenes y adultos que sean críticos, con pensamiento reflexivo, que sean capaces de diferenciar lo falso y lo verdadero, que puedan hacer una evaluación para detectar cuál es la información objetiva y cuál es imparcial, expuso la doctora Estela Morales Campos.
La integrante del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas y de la Información de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), presentó su conferencia “Información, noticias falsas y las bibliotecas”, como parte de las actividades del Coloquio Internacional de Bibliotecarios “Bibliotecas sin fronteras” en la Feria Internacional del Libro (FIL) 2020.
Ahí detalló que la educación es lo único que nos puede llevar a ser un pueblo participativo y democrático: “Mientras el ciudadano no esté capacitado para diferenciar entre lo falso y lo verdadero, entre lo manipulado y lo realmente objetivo, no lograremos un éxito total”, consideró.
Dijo que en esta época de pandemia no podemos hablar de bibliotecas, ni de ninguna otra tarea, si no la ligamos con lo que estamos viviendo, a una pandemia y todas las tragedias que conlleva porque afecta a todos los sectores de la vida, el primero, el sector salud, así como a la educación, economía, movilidad, ciencia, tecnología, ciencias sociales y las humanidades.
“El uso ético de la información y los principios éticos de la salud deben de caminar de la mano para poder evitar las noticias falsas, para separarnos de ese mundo tan complejo de las fake news, tanto en lo público, lo privado, lo individual y lo colectivo”, apuntó Morales Campos.
Destacó la importancia que de que las bibliotecas públicas, en este periodo de pandemia, nunca dejaron sola a su comunidad y enfatizó en la necesidad que tienen las bibliotecas de analizar cómo están ofreciendo sus servicios ante una nueva realidad.
Por su parte el Rector General de la Universidad de Guadalajara (UdeG), doctor Ricardo Villanueva Lomelí, declaró que el periodo de emergencia sanitaria ha generado nuevas formas de comunicación, aprendizaje e intercambio entre los individuos, y a pesar de los desafíos que ha planteado la pandemia y de que las bibliotecas alrededor del mundo han estado cerradas, los bibliotecarios se han esforzado para mantener activa la prestación de servicios de manera virtual.
“En tiempos de pandemia las bibliotecas ofrecen diversos servicios a la sociedad, por lo que representan un importante apoyo a los procesos de formación, investigación y difusión cultural. La pandemia nos ha expuesto a experiencias de aprendizaje disruptivas en todos los ámbitos educativos, en los que hemos aprendido, a marchas forzadas, a gestionar la virtualidad con propósitos formativos. Después de esto, las bibliotecas no serán las mismas, estoy seguro de que todos están aprendiendo de esta experiencia y regresarán a sus bibliotecas para hacerlas más abiertas y más cercanas que antes”, indicó.