Cada vez estamos más cerca del Draft 2022 de la NFL, el evento que marca el inicio de la temporada baja de las actividades del futbol americano profesional y permite tener un panorama mucho más claro del nivel de éxito que tendrá cada uno de los equipos de la Liga.
No obstante, a una semana del Draft, recientemente ha prevalecido una nueva tendencia para el armado de los equipos: traer a veteranos probados, particularmente quarterbacks.
El mejor ejemplo son los actuales campeones Los Angeles Rams, que son uno de los ocho equipos que no tendrán selecciones de primera ronda este año, debido a que han otorgado este privilegio para poder traer veteranos que les permitieran acceder al éxito inmediato, aunque la medida a la larga puede dejarlos sin talento en una o varias líneas.
De hecho, los Rams no han tenido una selección en la primera vuelta desde que tomaron a Jared Goff como la primera selección global en 2016 y no podrán reclutar en esta instancia hasta el Draft de 2024.
Otra tendencia es la que utilizaron los Kansas City Chiefs o los Buffalo Bills, quienes utilizaron sus selecciones de primera ronda para escalar en el orden y poder tomar quarterbacks franquicia, como Patrick Mahomes y Josh Allen, respectivamente.
En resumen, esta será la tercera ocasión en cuatro años en que al menos siete equipos no tengan selección de primera ronda, algo que ha sucedido apenas dos veces en 52 años de la era del Draft.
De acuerdo con el ex gerente general de los Tampa Bay Buccaneers y analista para SiriusXM, Mark Dominik, esta tendencia se debe al incremento en el tope salarial, que permite a cada equipo reforzarse con estrellas y que también hay gerentes generales dispuestos a correr más riesgos.
Y agregó: «Tener un activo conocido, especialmente porque algunos de estos chicos son de élite, es mejor que tener una selección de primera ronda que esperas sea lo que puede llegar a hacer».
La gerencia de los Rams ha llevado esta estrategia de contar con lo mejor disponible, aunque al año siguiente ya no lo pueda retener completamente y empeñar el futuro a cambio del éxito inmediato.
El primer movimiento de este tipo realizado por el gerente general Les Snead fue pagar dos selecciones de primera ronda para ascender en el orden de selecciones y tomar a Goff en el 2016. Luego cedieron su primera ronda de 2018 para tomar al receptor abierto Brandin Cooks en 2018. En 2019 cedieron su selección de primera ronda para acumular más turnos.
Al año siguiente pagaron con sus dos selecciones siguientes de primera ronda para adquirir al esquinero All-Pro, Jalen Ramsey, y el año pasado cedieron otras dos selecciones de primera ronda y al mismo Goff, por el quarterback Matthew Stafford.
Todo eso condujo a una plantilla ganadora de Super Bowl la temporada pasada.
Esta estrategia ha sido replicada por otros equipos, por ejemplo, los Denver Broncos, que cedieron su primera ronda de este año para tomar al veterano Russell Wilson. El head coach de los Broncos, Nathaniel Hackett, dijo que nunca hay «un precio demasiado alto en alguien que es grande», especialmente en la posición de quarterback. De hecho, Denver no ha podido reclutar un quarterback franquicia desde el retiro de Payton Manning en 2015, quien llegó al equipo vía agencia libre.
Entre los ocho equipos que cedieron sus selecciones de primera ronda este año, los Broncos fueron uno de seis que lo hicieron como pago por quarterbacks, junto con los Rams, Cleveland Browns (Deshaun Watson), San Francisco 49ers (Trey Lance), Indianapolis Colts (Carson Wentz) y Chicago Bears (Justin Fields).
El resto son Las Vegas Raiders y Miami Dolphins, quienes entregaron sus turnos de primera ronda para hacerse de receptores explosivos, con los Raiders que fueron por Davante Adams de los Green Bay Packers, y los Dolphins obteniendo a Tyreek Hill de Kansas City.