Hace apenas dos años se supo del hallazgo de lo que parecía un lago subterráneo bajo el hielo, los científicos llegaron a esta conclusión tras el análisis de los datos obtenidos por el instrumento Mars Advanced Radar for Subsurface and Ionosphere Sounding (MARSIS), que había viajado a bordo del orbitador Mars Express. Pero aún quedaba mucho por investigar. De hecho, un análisis más exhaustivo acaba de descubrir que no se trata de un lago, sino toda una red de lagos subterráneos en Marte.
¿Qué se sabe de la red de lagos subterráneos en Marte?
El hallazgo de esta red de lagos subterráneos en Marte ha sido posible gracias a las mismas técnicas que se usan para buscar masas de agua subterráneas en la Antártida. Estas consisten en hacer rebotar ondas de radio en una superficie y analizar los cambios de señal en los ecos generados. Así, se puede realizar un mapa topográfico; que, entre otros factores, sacaría a la luz la presencia de lagos.
Según ha explicado a Science Alert una de las científicas detrás del nuevo estudio que se acaba de publicar en Nature Astronomy, Graziella Caparelli, algunas sustancias reflejan estas señales mejor que otras. El agua líquida es una de ellas; por lo que, si las señales provenientes del subsuelo son más intensas que las que refleja la superficie, significa que hay agua líquida bajo el hielo.
Esta fue la técnica que permitió en 2018 dar con aquel lago de 20 kilómetros de ancho, ubicado a 1’5 kilómetros de profundidad bajo la capa de hielo del polo sur marciano.
Desde entonces se han seguido analizando los datos obtenidos entre 2010 y 2019, mediante esta y otras técnicas. Así, dieron con otros tres puntos clave, que denotaban la existencia de una red de lagos subterráneos en Marte.
Son lagos de agua salada
Aunque no se ha podido acceder directamente al agua de esta red de lagos subterráneos en Marte, la teoría de sus descubridores es que se trata de agua salada. Han llegado a esta conclusión por el hecho de que, si no lo fuera, no podría permanecer en estado líquido.
Dada la información de la que se dispone sobre la temperatura del planeta rojo, tanto en su interior como en su superficie, en 2018 se calculó que el lago debía estar a unos -68.15ºC. Sería demasiado frío para que el agua no estuviese helada. Sin embargo, la cosa cambia cuando se añade sal.
Es bien conocido el uso de esta sustancia para evitar que las carreteras se hielen y puedan provocarse accidentes. Esto se debe a que si a un líquido le añadimos un soluto, en este caso la sal, se disminuye su punto de congelación. A más sal, más baja será la temperatura necesaria para que el agua se congele. Por eso, dado que los resultados obtenidos mediante radar indican que se trata de agua líquida, debe ser extremadamente salada.
Sabemos que la superficie marciana posee grandes cantidades de calcio, magnesio y sodio, por lo que sería sencillo que hubiese sales de cualquiera de estos elementos acumuladas en esta red de lagos subterráneos en Marte.
Esto tiene implicaciones importantes para la búsqueda de vida microbiana, ya que se reduciría el cerco de posibles microorganismos que pueden vivir o haber vivido allí. No todos pueden sobrevivir en ambientes muy salados.
red de lagos subterráneos en Marte.