En las profundidades de la bahía de Chetumal, en el sureste mexicano, un grupo de oceanógrafos acaba de registrar un descubrimiento que resuena en el mundo marino. Durante una expedición realizada en diciembre de 2023, estos científicos, equipados con tecnología punta, confirmaron la existencia del agujero azul más profundo del planeta, conocido como Taam Ja’, que en lengua maya significa «agua profunda».
Este descubrimiento sobrepasa la profundidad del anteriormente conocido agujero del Dragón en el Mar de China Meridional, que alcanza los 301 metros de profundidad, pues Taam Ja’ se extiende al menos 420 metros bajo el nivel del mar –una profundidad de 146 metros mayor que la documentada inicialmente por los científicos cuando descubrieron el agujero azul en 2021–, según datos publicados en abril de este año en la revista Frontiers in Marine Science.
Aunque esta expedición pudo confirmar que el agujero azul de Taam Ja’ es el más profundo conocido, aún no se sabe con exactitud su profundidad, porque todavía no han llegado al fondo: las sondas utilizadas solo podían funcionar hasta 500 metros de profundidad, y los investigadores creen que, durante la inmersión, el perfilador CTD utilizado, capaz de medir la conductividad, la temperatura y la profundidad del agua, se detuvo por las fuertes corrientes submarinas o las variaciones geológicas antes de poder confirmar el fondo del agujero.
¿Conectado con el océano a través de una red oculta de túneles y cuevas?
El equipo también observó que dentro de Taam Ja’ existen capas de agua con diferentes temperaturas y salinidades. En particular, una capa a 400 metros de profundidad presenta características similares a las del mar Caribe, sugiriendo la posible existencia de una conexión subterránea entre ambos.
Así, este hallazgo no solo establece un récord mundial, sino que también abre interrogantes sobre los posibles ecosistemas, además de las conexiones subterráneas, que podrían existir en estas profundidades.
Agujeros azules
Los agujeros azules son grandes cavernas llenas de agua marina que se forman bajo el lecho marino, usualmente en áreas costeras donde el lecho rocoso es susceptible a la erosión. Se desarrollan cuando el agua oceánica se filtra a través de grietas, disolviendo minerales y creando estas formaciones. Con el tiempo, pueden expandirse considerablemente, como en el caso del Gran Agujero Azul de Belice y el Agujero Azul de Dean en las Bahamas.
El equipo de investigación sigue trabajando para determinar la profundidad máxima de Taam Ja’ y explorar cualquier sistema de cuevas submarinas que pueda estar conectado, impulsado, entre otros, por el creciente interés en investigar la biodiversidad de estas profundidades, que podrían albergar nuevas especies y ecosistemas adaptados a condiciones únicas.
Con información de Frontiers in Marine Science, Live. Science y DW