El pleno del Senado de la República aprobó la desaparición del Estado Mayor Presidencial, pero instruyó la creación de un nuevo cuerpo de seguridad presidencial, a cargo de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, el cual estaría integrado por elementos del Ejército y la Marina, pues debido al contexto de violencia del país, el Presidente de la República no puede quedar sin protección.
El pleno del Senado aceptó la propuesta de Dante Delgado Rannauro, coordinador de los senadores de Movimiento Ciudadano, para que en el régimen transitorio de la reforma que anuló el Estado Mayor Presidencial, se dejara en claro que debe haber un cuerpo de seguridad profesional para el jefe del Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador.
Desde tribuna, Dante Delgado explicó que “nosotros estamos hoy aquí presentando formalmente la reserva correspondiente, a efecto de que, tomando en cuenta la violencia en nuestro país, que el año pasado, 2018, fue uno de los más mortíferos para la clase política mexicana, contabilizando hasta 152 actores políticos asesinados: presidentes municipales, diputados locales, candidatos de todas las fuerzas de representación política del país, por lo que fue el proceso electoral más sanguinario de la historia moderna de México.
En particular, el pasado 24 de abril del año en curso, El Marro, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, en Guanajuato, amenazó a nuestro Presidente con enviarle un regalo explosivo a su casa. Es el primer Presidente de la República que recibe una amenaza directa de la delincuencia.
Por todo lo anterior, y considerando que el Presidente de la República debe ser salvaguardado en su integridad física, se propone crear un cuerpo de seguridad para el Presidente, a cargo de la Secretaría de Seguridad y Participación Ciudadana e integrado en lo necesario por miembros de las Fuerzas Armadas permanentes.
El Estado Mayor Presidencial fue creado por decreto presidencial publicado en el Diario Oficial el 15 de marzo de 1926. Funcionó hasta el 30 de noviembre de 2018. Más de 9 mil efectivos fueron reintegrados a sus dependencias de origen. Dos mil 21 elementos del Ejército y la Marina; había 12 generales y almirantes. Rebasaban los cuatro mil Guardias Presidenciales, entre ellos 52 policías federales y 382 civiles.