Según la historia nórdica, cuando Leif Eriksson -apodado El afortunado- regresó de su viaje a lo desconocido y desembarcó en Groenlandia, trajo consigo uvas y madera. Esta historia cobra sentido debido a que la madera era un recurso extremadamente escaso para los colonos nórdicos que habitaban en la árida isla desde el año 986 d.C. En Groenlandia, solo unas pocas especies de árboles crecían y su crecimiento bajo y arrastrado por el viento los hacía inadecuados como material de construcción para grandes proyectos.
Ahora, recientes descubrimientos arqueológicos respaldan la veracidad de la historia, confirmando que los vikingos importaron madera de Norteamérica hace más de 700 años. Este hallazgo es otra evidencia más de que los navegantes vikingos establecieron contacto con la costa este de Norteamérica mucho antes de que Cristóbal Colón «descubriera el Nuevo Mundo» en 1492.
Análisis de la estructura celular de la madera
La arqueóloga Lísabet Guðmundsdóttir, de la Universidad de Islandia, examinó la madera de cinco yacimientos nórdicos del oeste de Groenlandia, ocupados entre los años 1.000 y 1.400 d.C. Mediante el análisis de la estructura celular de la madera, Guðmundsdóttir descubrió que parte de la madera no procedía de Groenlandia ni del norte de Europa, sino de árboles como el pino Jack, que se encuentra al este de las Montañas Rocosas, en Canadá.
«Estos hallazgos ponen de manifiesto que los groenlandeses nórdicos disponían de los medios, los conocimientos y las embarcaciones apropiadas para cruzar el estrecho de Davis hasta la costa oriental de Norteamérica, al menos hasta el siglo XIV. Así pues, durante todo el periodo de asentamiento nórdico en Groenlandia se realizaron viajes de Groenlandia a Norteamérica y los nórdicos adquirieron recursos de Norteamérica durante mucho más tiempo del que se pensaba», asegura el estudio publicado en la revista Antiquity.
Importación inequívoca
Los resultados del análisis de la madera en cinco yacimientos nórdicos del oeste de Groenlandia muestran que solo el 0,27 % de la madera examinada era de importación inequívoca, incluyendo especies como el roble, el haya, la cicuta y el pino Jack que no estaban presentes en el norte de Europa en el segundo milenio d.C.
El 25 % de la madera estudiada podía ser importada o a la deriva, incluyendo especies como el alerce, la pícea, el pino silvestre y el abeto. La madera a la deriva constituía más del 50 % del conjunto y era una de las materias primas más importantes en la Groenlandia nórdica. Además de la posibilidad de importación, la madera también procedía de Europa, como el roble, el haya y el pino silvestre, y se cree que parte de ella llegó en forma de artefactos prefabricados, como las duelas de barril, mientras que la madera reutilizada de los barcos podría haber sido utilizada en los edificios de Groenlandia.
De las primeras pruebas científicas
Hace tiempo que se sabe que los vikingos de Groenlandia importaban madera de América, según los registros históricos, pero ahora se ha hallado una de las primeras pruebas científicas que respaldan esta afirmación. El presente estudio, en contraste con otros, pone en relieve que estos viajes pudieron estar motivados por el deseo de cazar recursos.
Aun así, esta no es la primera evidencia que sugiere que los vikingos tuvieron contacto con América antes de Colón. De hecho, las sagas noruegas, como Grænlendinga saga y Eiríks saga rauða, ya describían viajes entre Groenlandia y la costa este norteamericana en el año 1.000 de nuestra era, según informa IFL Science. Además, prosigue el medio científico, hay textos de la Italia del siglo XIV que hablan de contactos directos de los nórdicos con un lugar llamado Markland, que se cree que forma parte de la costa del Labrador, en Canadá. Del mismo modo, existe el asentamiento conocido como L’Anse aux Meadows, que data de hace unos 1.000 años, y que es considerada la primera prueba de la presencia Europea en Norteamérica.
Con información de DW