Joaquín Sabina ha recibido el alta médica tras ser operado de un hematoma intracraneal causado por su caída en un foso durante un concierto en el WiZink Center, en Madrid. El músico fue ingresado el pasado 17 de febrero en el hospital Rúber Internacional, el cual abandonó este día de buen humor y fumando un cigarrillo.
El cantante ingresó el pasado jueves 13 de febrero cuando sufrió una caída en un concierto que ofrecía en el WiZink Center junto a Joan Manuel Serrat, treinta minutos después de empezar el concierto, a lo largo de la presentación de una de sus canciones. El escenario estaba a oscuras y había poca iluminación, lo que hizo que Sabina se precipitara al vacío cayendo por una altura de casi dos metros.
Tras la caída, el cantante fue atendido por el personal sanitario que se encontraba en el recinto y llegó incluso, tras un largo momento de desconcierto, a salir al escenario en silla de ruedas empujado por Serrat. En aquel momento, Sabina se quejó de un fuerte golpe en el hombro izquierdo y ofreció disculpas por lo sucedido. Al ser trasladado a un centro médico, finalmente fue intervenido por «un hematoma intercraneal en hemisferio derecho».