Hoy en día podemos encontrar videojuegos acerca casi cualquier cosa que nos podamos imaginar, si los videojuegos por norma general, nos sirven para relajarnos y dejar atrás el estrés del día a día. Los cozy games son juegos, como su nombre indica, acogedores, amigables. Los ‘cozy games’ no son algo nuevo, pero últimamente se están volviendo cada vez más populares. ¿Una ayuda para sobrellevar estos tiempos de crisis?
Con música de flauta de fondo, el artista Andreas Maler se pasea por el pueblo de Tassing con atuendo medieval. Este lugar ficticio de la Alta Baviera se presenta como pacífico y tranquilo. Pero la calma es engañosa. Un monje del cercano monasterio de Kiersau ha sido asesinado. Ahora los jugadores, metidos en la piel del artista, deben localizar al culpable.
Me quito los auriculares y vuelve el ruido de la muchedumbre. Ya hecho de menos la calma que transmite el juego. «Pentiment», de Obsidian Enterntainment, es un juego de aventuras de ambientación histórica, un cozy game (literalmente, ‘juego acogedor’). Su director, Josh Sawyer, nos lo confirma:
«No queremos que los jugadores se sientan estresados cuando juegan a nuestro videojuego». Cada decisión que se toma en el juego afecta a la historia y a las relaciones entre los personajes, pero no hay presión de tiempo.
«Pentinent» es como una novela policíaca interactiva inspirada en manuscritos medievales.
Sawyer, apasionado de la historia europea y de antepasados alemanes, ha estado dando vueltas a la idea de un juego así durante veinte años. Lo describe como un viaje emocional interactivo a la Edad Media. La directora de arte Hannah Kennedy explica que es un «juego libresco» porque también está visualmente inspirado en manuscritos medievales.
Los cozy games, cada vez más populares
«Pentiment» es una variante de los llamados cozy games, un juego para sentirse bien. A veces se usan otras denominaciones, como wholesome games (‘juegos saludables’). No existe una definición exacta porque los hay de géneros muy diferentes. Lo que los une es que crean una cierta sensación. «Son juegos que nos dan una forma de relajación», explica la psicóloga Jessica Kathmann. Y parecen acordes con estos tiempos: el juego «Animal Crossing New Horizons», que se lanzó al comienzo de la pandemia, ha vendido 39 millones de unidades… más que habitantes tiene Canadá. Y ha sabido ir adaptándose.
En 2020, se lanzó la conferencia anual «Wholesome direct» para brindar a estos nuevos juegos una plataforma donde darse a conocer. En las redes sociales y en TikTok, en concreto, hay mucho contenido al respecto, sobre todo subido por jugadoras. «Creo que mucha gente necesitaba sumergirse en un mundo en el que, simplemente, están a gusto. Así es como se crearon muchos juegos geniales que además popularizaron el género», dice el diseñador de juegos Timo Falcke. Con «Dorfromantik», él y su equipo han desarrollado un juego en el que creamos un paisaje a partir de hexágonos sin ninguna presión de tiempo.
Crisis climática, energética, pandemia, guerra… La psicóloga Jessica Kathmann dice que es natural buscar distraerse en este mundo ideal virtual. «Necesitamos control, seguridad, previsibilidad, conexión», afirma. Ahora se ha demostrado científicamente que los videojuegos pueden satisfacer estas necesidades y ponernos en estados emocionales positivos. Pero, ¿Cómo lo hacen realmente?
Cómo un juego se convierte en un juego para sentirse bien
Una explicación la proporciona la Teoría de la Autodeterminación. El efecto se consigue, según esta, si los videojuegos transmiten a los jugadores que son lo suficientemente competentes para dominar el juego, les dan libertad para moverse en ese mundo y hacer lo que quieran y consiguen crear un vínculo con los personajes, que pueden ser incluso otras personas en los juegos multijugador, pero que también pueden ser simplemente personajes generados por computadora a los que los jugadores se encariñan.
También la música es importante. Para el desarrollador Klas Eriksson, codirector de «Planet of Lana», la atmósfera general es crucial. «La música, el diseño de sonido y el lenguaje», explica, son fundamentales para el juego, para dar «una sensación acogedora».
El deseo de evasión no es algo malo
Escapar o evadirse a menudo son términos con connotaciones negativas, especialmente en Alemania, explica Kathmann, aunque lo considera erróneo. «Es realmente importante y no es malo tomar algo de distancia, olvidarse por un momento de las cargas que conlleva la vida cotidiana». Antiguamente eran habituales los retiros espirituales. Ahora hacemos lo mismo, solo que virtualmente.