Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno español convocó de manera anticipada a elecciones legislativas para el 28 de abril próximo, casi nueve meses después de llegar al poder y de no haber logrado que su propuesta presupuestaria para 2019 fuera aprobada. En conferencia con medios de comunicación en el Palacio de la Moncloa, sede del Ejecutivo, explicó que “entre no hacer nada y gobernar con unos presupuestos que no son los nuestros” -en alusión a los prorrogados de 2018- y “dar la palabra a los españoles”, elige la segunda opción, ya que lo que decidan los ciudadanos “siempre será un gran acierto”.
El miércoles pasado, el Congreso rechazó el proyecto gubernamental de Presupuestos del Estado de 2019 con el apoyo de los partidos de derechas y de los independentistas catalanes. El jefe del Ejecutivo lamentó que no se aprobaran las cuentas del Estado para este año, porque tenían un gran componente social, pero recalcó que “hay derrotas parlamentarias que son victorias sociales”, porque los españoles pudieron ver los objetivos del Gobierno.
Sánchez, cuyo Partido Socialista (PSOE) tiene una débil posición en el Congreso (84 diputados de un total de 350), reprochó la actitud de la oposición de derecha contra numerosas medidas sociales en el Parlamento. También criticó la excesiva polarización que ha generado la tensión independentista en Cataluña.
Por una parte atacó a los partidos secesionistas catalanes por bloquear los presupuestos debido a que el Gobierno socialista ha rechazado la “autodeterminación” que le exigen los soberanistas. Y, frente a lo que denominó su disposición al diálogo con los partidos catalanes “dentro de la Constitución y de la ley”, Sánchez apuntó que “la derecha defiende una idea de España en la que no cabemos muchos, solo caben ellos”.
Reconoció que sin presupuestos no se puede gobernar y llamó a conformar una “nueva mayoría parlamentaria para sacar adelante urgencias sociales” la próxima legislatura. Sánchez llegó a la jefatura del Ejecutivo el 1 de junio de 2018, cuando ganó una moción de censura contra el anterior jefe del Gobierno, el conservador Mariano Rajoy, con el voto de socialistas, Unidos Podemos (izquierda), los nacionalistas vascos y los independentistas catalanes.
Las elecciones de abril próximo serán las terceras en menos de cuatro años, tras las celebradas en diciembre en 2015 y las de junio de 2016, debido a que la aparición de nuevos partidos ha generado una mayor fragmentación parlamentaria, que hace muy complicada la conformación de mayorías estables de gobierno.