China entró de nueva cuenta en confinamiento. Este domingo millones de ciudadanos fueron puestos en aislamiento, tras registrar la cifra más alta de contagios por Covid-19 en dos años, pero la política de «cero covid» provoca cansancio entre la población e, incluso, dudas sobre su efectividad.
El gigante asiático notificó hoy domingo 13 de marzo, 3,939 contagios de covid-19 en 24 horas, el dato más alto en los últimos 24 meses en el país, donde la población de varias ciudades fue confinada por brotes del virus, informó la Comisión Nacional de Salud.
Debido al brote, los barrios fueron acordonados uno a uno en Shangái, la metrópolis más poblada de China, y cerrados centros comerciales, restaurantes y escuelas.
En el centro tecnológico del sur, Shenzhen, limítrofe con Hong Kong, 17 millones de personas fueron aisladas este domingo tras identificar 66 casos, mientras que 19 provincias enfrentan brotes de las variantes ómicron y delta del coronavirus.
¿Cero covid?
Algunos responsables preconizan ahora medidas más blandas, al mismo tiempo que economistas alertan de daños a la economía por los confinamientos.
«Es el peor (confinamiento) desde 2020», lamenta a la agencia AFP un residente de Shenzhen, que se dice llamar Zhang. «Los cierres son demasiados frecuentes, mi amiga se despertó por la mañana y descubrió que su edificio había sido acordonado durante la noche sin previo aviso. Su jefe tuvo que enviarle una portátil por correo», cuenta.
Hong Kong, por su parte, tiene en la actualidad una de las tasas de mortalidad más altas del mundo por el virus, con ómicron golpeando a su población sobre todo mayor que aún se muestra reacia a vacunarse.
Miles de expatriados también han abandonado la ciudad, principalmente debido al cierre de las escuelas y las severas restricciones que han reducido cualquier reunión o movimiento a casi cero.
Ante el aumento de casos, la autoridad sanitaria china anunció el viernes que introduciría el uso de pruebas rápidas de antígenos, lo que podría indicar una forma de relajación de la política de salud del Partido Comunista.
La semana pasada, un destacado científico chino indicó que el país debería tratar de vivir con el virus, como lo han hecho otros países.
Pero el gobierno no ha descartado la posibilidad de recurrir a confinamientos estrictos.