El arroz es la semilla de la planta Oryza sativa o de Oryza glaberrima, se trata de un cereal considerado alimento básico en muchas gastronomías del mundo. El arroz es el segundo cereal más producido en el mundo, detrás del maíz y por delante del trigo. El arroz constituye el alimento básico de una parte muy importante de la humanidad y su cultivo está estrechamente unido al desarrollo alimentario de diversas sociedades.
El arroz es el alimento más consumido en todo el planeta. Proporciona una buena cantidad de energía, aporta hierro, magnesio y fibra y apenas tiene grasa, azúcares o colesterol. Se calcula que aproximadamente el 10% de la superficie cultivable del mundo está dedicada a producir arroz y las razones son fáciles de entender: es un cultivo sencillo, de gran versatilidad, se adapta a muchos tipos de suelos y climas, no requiere demasiados cuidados y cada hectárea de plantación resulta muy productiva.
Por todas estas ventajas no es de extrañar que el arroz tenga reservado un papel muy importante en la alimentación… y no solo en nuestro planeta Tierra, sino también fuera de él. Desde los inicios de la carrera espacial el arroz ha sido parte fundamental de la nutrición de docenas de misiones, incluyendo a los astronautas del Apolo 11 que comieron arroz liofilizado en su viaje a la Luna.
Ahora que el programa Artemisa pone de nuevo sus miras en nuestro satélite, ahora que comienzan a asomar proyectos orbitales, bases estables en la Luna e incluso viajes a otros planetas del Sistema Solar, como Marte, no deberíamos olvidar que todas estas futuras misiones deberían contar con un sistema de suministros lo más sostenible y autónomo posible. En la actualidad, los tripulantes de la Estación Espacial Internacional dependen de los envíos regulares de comida y agua desde la Tierra pero, cuanto más lejos nos vayamos adentrando en el espacio, más difícil será enviar provisiones. Por eso, tarde o temprano, resultará indispensable cultivar nuestra propia comida en estaciones orbitales, en naves espaciales o en asentamientos y bases en la superficie.
🌱🌿Seeds sprout into seedlings at the @CNSpaceStation!
Chinese astronauts are using thale cress and rice seeds in a full life cycle experiment🌾, from germination to flowering to seed harvest, to study microgravity's impact on plantation and its potentials for quality breeding. pic.twitter.com/9LRQzGvRYO
— Chinese Space Station (@CNSpaceStation) August 30, 2022
China se ha colocado rápidamente como una de las principales potencias espaciales de la actualidad. Sus programas abarcan casi cualquier ámbito en este campo, incluyendo la construcción de su tercera estación espacial, la Tiangon 3 (Palacio Celestial 3). En abril de 2021, el gigante asiático lanzó el primer módulo Tianhe (Armonía en los cielos) y, durante este verano de 2022, la estación ha tenido una importante ampliación con el esperado módulo Wentian que ya está acoplado a la estación y en pleno funcionamiento.
Wentian es un módulo científico destinado a realizar experimentos, incluyendo un proyecto de ciclo de vida completo de plantas de arroz: desde la germinación hasta la floración y cosecha de semillas, para estudiar el impacto de la microgravedad en la plantación y su potencial para la reproducción de calidad. Los astronautas chinos plantaron las primeras semillas de arroz en la estación espacial a finales de julio y parece que han encontrado las condiciones adecuadas ya que, según informa la propia Academia de ciencias de China, los brotes de arroz ya alcanzaban una altura de 30 centímetros a las pocas semanas.
Han pasado muchos años desde que, allá por 1945, el astrónomo ruso Gavriil Adrianovich Tikhov utilizó por primera vez el término “astrobotánica” como referencia a la ciencia que estudia el cultivo y desarrollo de plantas en entornos espaciales. Más tarde, con el inicio de la era espacial, se empezaron a estudiar algunos de los efectos del espacio en la germinación y crecimiento de diferentes cultivos, pero debemos reconocer que es una disciplina científica joven y todavía queda mucho trabajo por delante.
De hecho, la primera vez que un astronauta pudo comer algo cultivado en el espacio fue en 2015, cuando la tripulación de la ISS le dio un bocado a la primera “lechuga espacial”.
La estación espacial internacional también llevó a cabo algunos experimentos con arroz hace algunos años pero, no sé por qué, tengo la intuición de que será China quien finalmente logré una producción interesante…