Por ser víctima de acoso por parte de algunos profesores, el papá de Carlos Santamaría, el niño genio que logró entrar a la universidad con doce años, ha levantado una denuncia ante la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Algunas de estas acciones han sido campañas en redes sociales donde se insiste en que el niño no pertenece a la universidad y no debería estar allí, otras, han arremetido directamente contra sus calificaciones y evaluaciones. Por esta razón, un tribunal federal otorgó un amparo para Carlos, buscando que la institución repare el daño ocasionado al menor.
«Todo el semestre se me habían venido dando calificaciones injustas, (en la materia de Álgebra) y digo, bueno no quiero sacar esa calificación, voy a hacer el examen final y me ponen cero; entonces hago la segunda vuelta y me ponen el mismo examen en el que saqué cero, y pregunto en qué me equivoqué, por qué saqué cero, entonces (la suplente del profesor titular) empezó a decirme que yo no tenía por qué estar ahí, que porque era un niño y que los niños no van a la universidad, bla, bla, bla. Todo era así, calificaciones injustas o una mirada fea», dijo el jovencito Carlos Santamaría.
La sentencia impuesta fue contra la directora de la Facultad de Ciencias de la universidad, Catalina Stern, quien es la autoridad responsable y desde ahora deberá informar al rector, al igual que al Consejo Universitario, lo que sucede con el niño. El objetivo será garantizar al joven, de hoy 13 años, un ambiente sin ningún tipo de violencia con el perfeccionamiento de la Legislación Universitaria.
Actualmente, Carlos Santamaría cursa la carrera de Física Biomédica y estudia en la Facultad de Ciencias, donde desde el 22 de agosto, un tribunal colegiado resolvió que deberán ser evaluadas las repercusiones de su entorno psico-social debido a las críticas de las que es parte.
Por ahora, el profesor que molestó al niño en redes sociales ha sido amonestado y la suplente del profesor de Álgebra, quien tuvo actitudes groseras con el menor, fue acreedora a una sanción administrativa.
Carlos comenzó a estudiar a nivel universitario a los nueve años, y probó suerte en países como España, donde denunció que algunas universidades y profesores no tienen tolerancia con los alumnos, e incluso, alteran los procedimientos académicos para tener la razón.
Vimos que el sistema español no era lo mío. Nadie cuestiona nada de lo que dice el profesor y por ejemplo en la UNAM en una clase a una maestra se le olvidó ponerle una R a una ecuación y le dije ‘le faltó la R y dijo ah cierto’, pero en España si en el proceso le falta la R va sin R y si se equivocó la maestra entonces todo el mundo se tiene que equivocar”, expresó el niño.