Los Talibanes declararon este martes 17 de agosto una “amnistía” en todo Afganistán e instaron a las mujeres a unirse a su Gobierno, tratando de calmar los nervios en la tensa capital, Kabul, que en la víspera vivió un caos en su aeropuerto mientras la gente trataba de escapar.
Las declaraciones de Enamullah Samangani, miembro de la comisión cultural de los talibanes, son las primeras sobre gobernanza a nivel federal tras su ofensiva relámpago sobre el país.
Aunque no hubo reportes destacados de abusos o combates en Kabul, muchos residentes se han quedado en sus casas y siguen atemorizados luego de que la toma de poder de los insurgentes vació cárceles y armerías.
Las generaciones más mayores recuerdan las ultraconservadoras ideas islamistas — incluyendo lapidaciones, amputaciones y ejecuciones públicas — de su anterior mandato, antes de la invasión liderada por Estados Unidos después del 11-S.
“El Emirato Islámico no quiere que las mujeres sean víctimas”, afirmó Samangani, utilizando la denominación insurgente para Afganistán. “Deben estar en la estructura del Gobierno de acuerdo con la sharia”.
“La estructura del Gobierno no está todavía clara, pero en base a la experiencia, debería haber un liderazgo totalmente islámico y todas las partes deberían sumarse”, agregó.
Samangani, quien fue parco en otros detalles, dio a entender que la gente ya conoce las reglas de la ley islámica que los talibanes esperan que se siga. “Nuestro pueblo es musulmán y no estamos aquí para forzarlo al islam”, añadió.
Bajo el gobierno talibán, que se rige por una estricta interpretación de la ley islámica, las mujeres están confinadas en gran medida a sus casas. Los insurgentes han tratado de proyectar una mayor moderación en los últimos años, pero muchos afganos siguen siendo escépticos. Con información de El Financiero