Miles de personas recibieron la orden de evacuar sus hogares el viernes 2 de septiembre en el norte de California, Estados Unidos, mientras un incendio forestal se extendía rápidamente por más de 1.000 acres en condiciones de calor extremo, viven momentos de tragedia.
Imágenes de una televisora local afiliada a ABC mostraron edificios en llamas en el denominado Mill Fire, que el departamento de bomberos del condado de Siskiyou advirtió que crecía a un «ritmo peligroso de propagación».
Pueblos como Weed, Lake Shastina y Edgewood fueron puestos bajo órdenes de evacuación obligatoria, los niños de una escuela secundaria local fueron trasladados en autobús a un lugar seguro, y se estableció un refugio de evacuación para animales grandes y ganado.
A quick satellite view of the Mill Fire in Northern California.
This fire is rapidly growing and threatening structures. pic.twitter.com/YKR29mhZiL
— Dakota Smith (@weatherdak) September 2, 2022
«Amenaza inmediata para la vida. Esta es una orden legal para salir ahora. La zona está legalmente cerrada al acceso del público», decía la orden de evacuación.
El infierno se produjo mientras California y partes de Nevada y Arizona se asaban bajo otro día de temperaturas abrasadoras.
Una persistente burbuja de alta presión que se asienta sobre la región ha disparado el mercurio, con temperaturas superiores a los 100 grados Fahrenheit (38 Celsius) en muchas regiones.
«Septiembre ha comenzado de forma abrasadora en el Oeste, con temperaturas que baten récords y se espera que el clima de incendios se expanda y se asiente sobre esa parte del país este fin de semana del Día del Trabajo», escribió el Servicio Meteorológico Nacional en su boletín diario.
Evacuation orders were issued Friday as a rapidly growing wildfire exploded in size near the town of Weed in Siskiyou County, California. The Mill Fire exploded to over 900 acres within the first few hours of its kindling on Friday afternoon. https://t.co/NhAeDtwj2Z
— Breaking Weather by AccuWeather (@breakingweather) September 3, 2022
Siskiyou forma parte de una región del norte de California, en gran parte boscosa y relativamente menos poblada, que se ha visto muy afectada por los incendios forestales en los últimos años.
En 2014, más de 150 edificios fueron destruidos en la ciudad de Weed que tiene una población de casi 3.000 personas por el incendio de Boles.
Los científicos afirman que el calentamiento global, impulsado principalmente por la quema incontrolada de combustibles fósiles, está haciendo que las variaciones meteorológicas naturales sean más extremas.
La persistente sequía que dura más de dos décadas ha dejado gran parte del oeste americano cocido y seco, dejándolo vulnerable a incendios forestales más calientes, rápidos y destructivos.