Las medidas de aislamiento y el cierre de industrias tomadas como medida para disminuir la tasa de contagios de Covid-19 alrededor del mundo, han tenido un impacto significativo en diversos sectores de la economía, y en esta ocasión al parecer tocará el turno a la cafetalera.
Países como Colombia, Brasil y Perú, principales productores a nivel mundial del grano arábico, están experimentando dificultades para poder garantizar que la cosecha de este año será recolectada sin contratiempos.
Ya existían proyecciones que señalaban que probablemente la producción de este año no satisfaría la demanda global, y tendrían que usarse remanentes de las cosechas anteriores para poder cumplir con los números, sin embargo, el panorama ha cambiado, y no para mejorar. La mano de obra se encuentra escasa, y los productos de primera necesidad, han empezado a desaparecer de los mercados, entre ellos, el café.
Los recolectores habituales han abandonado las plantaciones por miedo al contagio, y es que, al estar en condiciones de sobrepoblación en las viviendas destinadas para ellos, el riesgo es mucho mayor que en otro tipo de industrias, por lo que la medida tomada tiene plena justificación.
El tema se agrava debido a que la recolección siempre ha sido un trabajo que exige un gran esfuerzo físico, el cual no se ve recompensado con buenas pagas, por lo que tampoco representa una oferta atractiva para el sector que se encuentra desempleado en estos momentos.
El segundo productor más grande del mundo, Colombia, es uno de los países más afectados, ya que en su mayoría la recolección la realizan de forma manual, a diferencia de Brasil, donde tienen un alto porcentaje de recolección mecanizada.
Jimmy Larico, director general de la cooperativa peruana Cecovasa, expuso que ha solicitado al gobierno ayuda agrícola para poder solventar la crisis cafetalera, sin embargo, hasta no tener una respuesta favorable por parte de las autoridades, el precio del grano seguirá a la alza, habiendo hasta el momento incrementado en al menos un 15% en su cotización. Así mientras la mano de obra escasea, si es factible un desabasto de café a mediano plazo.
