Jair Bolsonaro, el presidente de Brasiln recibió este martes el alta, después de haber sufrido una caída sin consecuencias graves en su residencia oficial, informaron fuentes oficiales.
El mandatario permaneció hospitalizado cerca de ocho horas, «fue examinado por el equipo médico y recibió el alta, con orientación de permanecer en reposo en el Palacio de la Alvorada», su residencia oficial en Brasilia, según una nota difundida por la Presidencia.
Fuentes oficiales confirmaron a Efe que Bolsonaro se cayó la noche de este lunes en el baño de la residencia, sufrió un golpe en la cabeza y se decidió trasladarle por «precaución» al Hospital de las Fuerzas Armadas, donde fue sometido a diversos análisis, que incluyeron una tomografía craneal.
Los médicos no constataron lesiones de gravedad, por lo que a primera hora de este martes se decidió darle el alta, aunque con la recomendación de reposo. El gobernante no tenía prevista ninguna actividad oficial para esta jornada, en que se celebró la Navidad y para la que se había informado previamente que reservaría para estar junto a su familia.
En cambio, Bolsonaro tiene previsto viajar el próximo fin de semana a una playa de la Marina en Río de Janeiro, para pasar los últimos días del año, y regresar a Brasilia durante la primera semana de enero.
Las fuentes oficiales consultadas por Efe no supieron decir si el accidente que obligó a su breve hospitalización deberá alterar esos planes, aunque aclararon que todo dependerá de la opinión de los médicos.
Bolsonaro, de 64 años, se sometió hace unas dos semanas a un procedimiento dermatológico para retirarle unas verrugas en la cara y la oreja y aplicarle una sesión de crioterapia en lesiones en el tórax y el antebrazo provocadas por un exceso de exposición solar.
El jefe de Estado afirmó entonces que los médicos investigaban un «posible cáncer de piel», pero los resultados de la biopsia han descartado por completo cualquier signo de la enfermedad.
Bolsonaro ha pasado por cuatro operaciones quirúrgicas desde que en septiembre de 2018 recibió una puñalada en el abdomen durante un mitin electoral en el estado de Minas Gerais (sudeste), en plena campaña para las elecciones presidenciales que ganaría poco después.