Tras los disturbios y saqueos registrados en Bolivia después de la renuncia del presidente Evo Morales, las Fuerzas Armadas de ese país anunciaron un plan para resguardar los servicios públicos del país.
En un comunicado, las fuerzas militares indicaron que “ante la escalada de violencia y los hechos vandálicos” decidieron aplicar el plan “Sebastián Pagador” para precautelar los “servicios esenciales” como los de agua, luz y provisión de combustibles.
Además el comandante general William Kaliman detalló que Fuerzas Armadas bolivianas decidieron realizar operaciones conjuntas con la Policía para contener la violencia desatada en varias regiones del país por seguidores de Evo Morales.
El mando militar de las Fuerzas Armadas ha dispuesto que se ejecuten operaciones conjuntas con la Policía para evitar sangre y luto en la familia boliviana, comentó en una entrevista televisiva.
La disposición se produce después de que se registraran disturbios en algunos barrios de La Paz y la vecina ciudad de El Alto, entre seguidores de Morales que causaron daños en negocios y entidades públicas.
Parte de esos hechos derivaron en denuncias de cortes del servicio eléctrico y del suministro de agua potable, por vecinos de los barrios afectados. Las Fuerzas Armadas señalaron que su acción está además orientada a “garantizar” el funcionamiento, la paz y estabilidad de las distintas actividades del país.