Desde Estados Unidos, el presidente Joe Biden, manifestó su intención de organizar una reunión en persona con los líderes de México y Canadá el 18 de noviembre, la primera de este tipo en más de cinco años, dijo este martes una fuente en Ottawa.
Otras tres personas familiarizadas con el asunto habían dicho que los detalles finales aún se están afinando, pero que si la reunión sigue adelante, lo más probable es que se celebre en algún momento de la próxima semana en Washington. Las fuentes radicadas en Ottawa y Ciudad de México pidieron el anonimato porque los planes aún no eran públicos.
Biden ha mantenido reuniones virtuales con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, desde que asumió el cargo este año. La cumbre en persona coincide con tensiones políticas sobre energía, comercio e inmigración.
La inmigración en la frontera sur de Estados Unidos ha alcanzado niveles récord y México quiere que su vecino invierta más para frenarla.
Además de la inmigración, la agenda abarcará la lucha contra el Covid-19 y la competitividad, dijo la fuente de Ottawa.
Los líderes de los tres países comenzaron a celebrar lo que se conoce informalmente como la cumbre de los Tres Amigos en 2005 y se reunieron la mayoría de los años hasta 2016. La práctica terminó cuando el exmandatario de Estados Unidos Donald Trump asumió el cargo en enero de 2017.
Los tres países están vinculados por el tratado de libre comercio Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC) que rige unos 1.5 billones de dólares de intercambio en América del Norte al año.
Trudeau se congratuló de la victoria electoral de Biden hace un año, pero desde entonces se han recrudecido una serie de viejas disputas comerciales sobre la madera, los oleoductos y la contratación pública.
Canadá también está descontento con la propuesta de créditos fiscales de Estados Unidos para vehículos eléctricos y dice que, si se introducen, respondería adecuadamente. Ottawa afirma que la medida podría perjudicar la muy integrada industria automovilística continental.
De igual forma, el gobierno de México se pronunció contra los créditos fiscales para autos eléctricos. Por otro lado, en julio, Canadá y Estados Unidos expresaron su preocupación por las políticas energéticas mexicanas.
La Casa Blanca y la oficina de Trudeau declinaron hacer comentarios. El despacho de López Obrador no respondió a las solicitudes de declaraciones.