Un nuevo estudio científico publicado en la revista International Journal of Cancer asegura que las personas que beben té a temperaturas altas podrían tener el doble de posibilidades de padecer cáncer de esófago. No obstante, este no sería el único líquido que generaría causas irreversibles en la salud.
“Muchas personas disfrutan tomar té, café u otras bebidas calientes. Sin embargo, según nuestro informe, beber té muy caliente puede aumentar el riesgo de cáncer de esófago y, por lo tanto, es recomendable esperar hasta que las bebidas calientes se enfríen antes de tomarlas”, aseguró el doctor Farhad Islami, responsable de la investigación y miembro de la Sociedad Estadounidense de Cáncer.
Al parecer, el equipo de profesionales siguió los casos de 50,045 personas, entre 40 y 75 años, durante un largo periodo de 10 años. La investigación, llevada a cabo en la Universidad de Ciencias Médicas de Teherán en Irán, arrojó que se encontraron 317 nuevos casos de cáncer esófago entre los años 2004 y 2017.
Según indica dicho informe, las personas que toman té a más de 60 grados centígrados y consumen más de 700 mililitros de la bebida por día son los pacientes más proclives a contraer la compleja patología. La probabilidad podría ascender un 90% con respecto al resto de la población.
No obstante, esto no solo sería un problema del té, sino que otros líquidos expuestos a altas temperaturas provocarían el mismo daño. El calor provoca daños en la garganta y genera irritaciones e inflamaciones en la zona. Así, se podría desarrollar una producción de sustancias químicas de origen cancerígeno.
Finalmente, el médico James Doidge, quien se desempeña como investigador asociado en University College London, aclaró que no es la primera vez que se encuentra un vínculo entre el cáncer y el calor.
“No es necesario que un científico se dé cuenta de que la irritación repetida de cualquier superficie corporal aumenta su riesgo de cáncer. Las quemaduras solares nos dan cáncer de piel, fumar nos da cáncer de pulmón y muchos alimentos y bebidas contribuyen al riesgo de cánceres gastrointestinales”, explicó al portal CNN en español.