Al ajustarse casi dos años, después de un par de accidentes fatales, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés) autorizó de nuevo a la empresa fabricante de aviones Boeing a volar su ahora temido modelo 737 MAX y reanudar los vuelos.
La FAA anunció la decisión dijo que era el resultado de un proceso de 20 meses de revisión “exhaustiva y metódica”. Las agencias reguladoras del mundo desautorizaron los vuelos del Max en marzo de 2019 después de la caída de un jet de Ethiopian Airlines. Cinco meses antes, un avión similar de Lion Air de Indonesia se estrelló en el mar de Java. Las víctimas de ambas caídas sumaron 346 entre pasajeros y tripulantes.
Aunque sus aviones no volverán a volar inmediatamente, esto porque se deben aprobar los cambios en el entrenamiento de los pilotos en cada aerolínea estadounidense y porque las aerolíneas deben realizar el mantenimiento requerido de los aviones.
La FAA precisó que tomó la medida con la colaboración de las agencias de seguridad aérea del mundo.
“Los reguladores han indicado que los cambios de diseño junto con los cambios de procedimientos y entrenamiento de las tripulaciones les darán confianza para validar a los aviones para que puedan volar en sus respectivos países y regiones”, expuso en un comunicado.
Una serie de audiencias en el Congreso dieron lugar a críticas a la FAA por la laxitud de sus inspecciones y a Boeing por apresurarse a instalar un nuevo sistema informático que dio prioridad a las ganancias sobre la seguridad y condujo al despido de su CEO.