Los demócratas que quieren derrocar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los republicanos que luchan por salvarlo se están preparando para la fase más trascendental de la batalla por la destitución que está sacudiendo a Washington.
El enfrentamiento, que podría desembocar en que Trump se vuelva el tercer presidente de Estados Unidos que corre esta suerte, se reanudó ayer martes en la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes con las comparecencias de altos funcionarios de seguridad nacional.
Las dramáticas audiencias televisadas, en las que se espera que surjan testimonios impactantes ocasionales a lo largo de los próximos tres días, podrían decidir si los acusadores de Trump pueden concluir que abusó de su poder para presionar a Ucrania con favores políticos. Los demócratas simplificaron su acusación contra Trump: ahora afirman que podría ser culpable del delito de cohecho, que es causal de destitución, por retener la ayuda militar para Ucrania.
Los próximos días también serán cruciales para los republicanos, quienes esperan combinar un patrón complejo de datos para demostrar que Trump no hizo más que ejercer sus amplias facultades en política exterior. Si no logran contrarrestar las acusaciones de los demócratas de que Trump ofreció un quid pro quo, el Partido Republicano podría tener que recurrir a una defensa que Trump aborrece: que su conducta no fue digna de un presidente, pero que no llega a configurar la causal de destitución.
Estos días de testimonios abundantes también pondrán a prueba a Trump, quien es incapaz de resistirse a desatar andanadas de ataques en Twitter en contra de testigos, cosa que los demócratas advirtieron que podrían ser causales de destitución en sí mismos.
Trump quiso recordarles a los republicanos que él cree que es su deber protegerlo en un tuit en el que acusó que la investigación del proceso de destitución representa la injusticia máxima. «El Partido Republicano no había estado tan unido como ahora», escribió. «Pelosi y Schiff manipularon las reglas, ¡pero vamos ganando y vamos a ganar!».
Las audiencias se reanudaron luego de que los demócratas y los republicanos se reagruparan tras un las revelaciones impactantes de los testigos clave de la semana pasada.
A la mitad de la segunda semana de audiencias programadas hasta ahora, parece que los demócratas están más cerca de probar sus afirmaciones. Sin embargo, los republicanos hasta ahora están apoyando firmemente a Trump de cara a una esperada votación sobre la destitución en la cámara baja y un posible juicio en el Senado.
Sobre todo esto se cierne la sombra de la comparecencia de Gordon Sondland, embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea , a quien se espera que tanto demócratas como republicanos interroguen este miércoles. Sondland ha surgido como punto de contacto directo entre Trump y los ucranianos, según testimonios de varios testigos clave.
Los demócratas quieren que Sondland confirme que Trump le ordenó condicionar casi 400 millones de dólares en ayuda militar estadounidense para Ucrania a que el gobierno ucraniano abriera una investigación sobre una teoría conspiratoria de que los ucranianos fueron los que interfirieron en las elecciones de 2016 y sobre el ex vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden. Con Información de CNN.