Equipos de francotiradores comenzaron a disparar este miércoles desde helicópteros contra camellos salvajes, debido a que alrededor de 10 mil de estos animales acuden a las fuentes de agua de las que disponen las poblaciones aborígenes de la reserva de Anangu Pitjantjatjara Yankunytjatjara dañando sus infraestructuras y poniendo en peligro a las familias y comunidades, además de competir con el ganado, informó un comunicado del Ministerio del Ambiente y del Agua del estado de Australia del Sur.
Muchos de esos camellos mueren de sed o al aglomerarse y pelear por el acceso al agua en medio de una terrible sequía. El Ministerio del Ambiente y del Agua explicó que en algunos casos los cadáveres de los animales contaminan importantes fuentes y zonas culturales que son de vital importancia para los aborígenes.
Australia del Sur ha sido afectada por las altas temperaturas durante semanas, pero no con incendios forestales como en la región de Nueva Gales del Sur donde según cálculos de la Universidad de Sídney, los incendios forestales han afectado a millones de mamíferos, koalas, aves y reptiles.