A medida que el tiempo extremo causaba estragos en todo el mundo en 2021, se produjo un cambio asombroso en el extremo norte del Ártico, en gran parte fuera de la vista, pero detectable por una red de sensores. Los relámpagos aumentaron significativamente en la región que rodea al Polo Norte, lo que, según los científicos, es una clara señal de cómo la crisis climática está alterando el tiempo global.
Vaisala, una empresa de control medioambiental que da seguimiento a los relámpagos en todo el mundo, informó que el año pasado se produjeron 7.278 relámpagos al norte de los 80 grados de latitud, casi el doble que en los nueve años anteriores juntos.
Los relámpagos en el Ártico son poco frecuentes —y más aún en latitudes tan al norte— y los científicos los utilizan como un indicador clave de la crisis climática, ya que el fenómeno señala el calentamiento de las temperaturas en esta región predominantemente helada. Los relámpagos se producen en tormentas energéticas asociadas a una atmósfera inestable, que requiere un aire relativamente cálido y húmedo, razón por la cual se producen principalmente en latitudes tropicales y en otros lugares durante los meses de verano.
El número anual de relámpagos en el Ártico, la región al norte de unos 65 grados de latitud, se ha mantenido constante durante la última década, pero ahora está aumentando significativamente en el extremo norte. Chris Vagasky, meteorólogo y gerente de aplicaciones de relámpagos de Vaisala, dijo que el calentamiento del planeta está cargando el ambiente del Ártico para que se produzcan más relámpagos.
«Lo que hemos visto es que los relámpagos y las tormentas eléctricas se están desarrollando sobre Siberia, y luego se desplazan sobre el océano Ártico y continúan muy al norte», dijo Vagasky, subrayando que «el aire cálido y húmedo de todos los continentes está saliendo ahora sobre el océano Ártico y persiste sobre el océano Ártico, de modo que se están desarrollando tormentas allí».
José Martínez-Claros, un investigador del Centro para el Clima Occidental y los Extremos Hídricos de la Universidad de California en San Diego, expuso que los resultados eran «preocupantes».
«Parece sugerir que ahora que los climas se vuelven más secos y cálidos, este tipo de tormentas llegan a latitudes mucho más altas que antes y más cerca del Ártico», dijo.
Un estudio de 2021 también descubrió que los relámpagos en el Ártico habían aumentado entre 2010 y 2020 y que la tendencia estaba fuertemente vinculada al calentamiento global, causado por las emisiones de combustibles fósiles.
«Sabemos que el clima Ártico está cambiando más rápido que el resto de la Tierra», dijo Vagasky. «Y por eso el monitoreo de estas tendencias en las tormentas eléctricas y los relámpagos en esta zona tan remota nos ayuda a detectar dónde se producen estas intrusiones de aire cálido y húmedo en esta región».
Los relámpagos también aumentaron en Estados Unidos durante 2021, según el informe de Vaisala, donde se produjeron más de 194 millones de relámpagos, 24 millones más que lo registrado en 2020.
Más de un millón de ellos se produjeron en diciembre, en coincidencia con varios brotes meteorológicos severos sin precedentes en época invernal que asolaron el centro y el sur de Estados Unidos. Fue el mayor número de relámpagos que los investigadores han registrado en diciembre desde 2015, dijo Vagasky, señalando que ahora «incluso el período de tiempo de diciembre, podría estar recibiendo condiciones de primavera o verano», agregó.
En Estados Unidos, Texas registró la mayor cantidad de relámpagos el año pasado, principalmente debido a su gran superficie y a su ubicación cálida y propensa a las tormentas, informa Vaisala. Florida fue el estado con mayor densidad de relámpagos, con 223 relámpagos por milla cuadrada, seguido de Louisiana y Texas.
Los investigadores también descubrieron que los incendios forestales provocados por los rayos quemaron más de 8.000 kilómetros cuadrados en Estados Unidos el año pasado. En el oeste, azotado por la sequía, los relámpagos secos provocaron incendios forestales mortales y destructivos, como el de Bootleg, en Oregon, que quemó más de 1.600 kilómetros cuadrados.
La Columbia Británica, que normalmente no experimenta tantos relámpagos como las provincias centrales de Canadá, también registró un brote de relámpagos particularmente raro cuando una ola de calor sin precedentes abrasó la región. Entre el 30 de junio y el 1 de julio, se registraron más de 700.000 en la provincia.
Apicultores chilenos protestan por la sequía y liberan abejas frente a La Moneda; hay policías con picaduras
Vaisala lleva casi 40 años detectando relámpagos en Estados Unidos y en todo el planeta desde 2012. La red detecta más de dos mil millones de relámpagos en todo el mundo cada año, según Vaisala, incluido uno de 2019 a unos 50 kilómetros del Polo Norte, que estableció un récord mundial Guinness por ser el relámpago más septentrional jamás detectado.
Vagasky dijo que a medida que la crisis climática avanza y el Ártico sigue calentándose, los cambios en regiones muy remotas tendrán un efecto dominó en el tiempo de todo el planeta. «Cuando se producen estos cambios drásticos, especialmente en lugares como el Ártico, este tipo de cambios no afectan únicamente al Ártico. La Tierra está totalmente interconectada», añadió. Fuente CNN