Tras revelarse que Facebook pagaba a usuarios adolescentes hasta 17 euros al mes a cambio de instalar un software de VPN (red privada virtual) que espiaba su actividad, Apple ha decidido revocar todos los certificados privados de Facebook que permitían instalar apps de la compañía descargadas fuera de la tienda App Store.
Facebook utilizaba dichos certificados para automatizar la instalación del software de VPN en los dispositivos de los usuarios. La herramienta está pensada para que las compañías puedan instalar programas propios en los teléfonos de sus empleados sin tener que ofrecerlos públicamente en la tienda oficial de aplicaciones y son una solución bastante común en el mundo empresarial.
Para Facebook estos certificados se habrían convertido en la única forma de entrar en los móviles de los usuarios tras prohibir en otoño de 2018 tanto Apple como Google la distribución de la aplicación de VPN Onavo -adquirida por Facebook en 2013- como una app independiente en las tiendas oficiales.
Esta maniobra de Facebook, en cualquier caso, choca con las reglas de Apple, que especifican claramente que este tipo de certificados sólo puede utilizarse para distribuir software interno a empleados, no a usuarios externos a una organización. Tras conocerse ayer el alcance del programa de Facebook, Apple habría decidido aplicar su derecho a cancelar estos certificados.
El bloqueo, no obstante, afecta también a muchas de las herramientas internas que usan a diario los trabajadores de Facebook, como las apps que permiten consultar y elegir el menú en la cafetería, coordinar el transporte o incluso las versiones internas de prueba de nuevas versiones de las apps oficiales de Facebook, Instagram o Whatsapp.
La decisión ha enrarecido aún más el clima de tensión en el que viven desde hace tiempo Apple y Facebook. Para la primera, la protección de los datos personales de los usuarios se ha convertido en uno de los ejes principales de actuación. Para la segunda, conocer más datos acerca de los usuarios es la única forma de seguir mejorando sus herramientas de publicidad o asegurarse que los usuarios pasen más tiempo usando sus aplicaciones.
Estas posiciones enfrentadas han llevado a Mark Zuckerberg, fundador y presidente de Facebook, a pedir por ejemplo a sus ejecutivos que usen dispositivos Android en lugar de iPhone y a Tim Cook, presidente de Apple, a acusar a Facebook de traficar con los datos personales de los usuarios.
El programa de Facebook para recopilar y analizar estos datos, conocido internamente como Proyecto Atlas y parte de una división bautizada como Facebook Research, habría estado activo desde el año 2016, primero a través de la app de VPN Onavo y desde finales de 2018 con este sistema alternativo de distribución en el caso de iOS.
La empresa asegura que no es diferente a cualquier otro ‘focus group’ destinado a conocer más a fondo el tipo de usuarios de sus productos y que este supuesto entra dentro de las condiciones para desarrolladores de Apple. También asegura que ha retirado voluntariamente las aplicaciones antes del bloqueo de certificados de Apple pero no ha explicado por qué utilizaba diferentes nombres y terceras empresas para promocionar la instalación de las aplicaciones.