El hongo negro o mucormicosis está preocupando y ocupando a muchos, en particular porque se a presentado en casos recientes de pacientes diabéticos con COVID-19 en varios países como México e India. Pero ¿Qué alimentos pueden provocarlo?
De acuerdo con la investigadora Laura Castañón Olivares, de la Unidad de Micología del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM, la mucormicosis -nombre correcto de la enfermedad- «es causado no por hongos negros sino del orden de los mucorales generalmente pertenecientes al género Rhizopus».
«Al igual que otros mucorales, los hongos del género Rhizopus están formados por un micelio, es decir, por un conjunto de hifas o filamentos pluricelulares que adquieren la apariencia de una pelusa primero blanca y luego gris», detalló.
Estos hongos, por tanto, crecen en alimentos como ciruelas, uvas, jitomates, panes, tortillas y otro tipo de frutas y verduras que se encuentran en proceso de descomposición, por lo que es sumamente importante revisar el estado en que se encuentra la comida que ingerimos.
Aunque este tipo de hongos conviven de forma recurrente con los humanos y normalmente no nos hacen daño, necesitan un factor de oportunismo como la diabetes, en la que los niveles de glucosa no están dentro de los parámetros aceptables y entonces surgen problemas de salud.
«Como el organismo de estos pacientes diabéticos no dispone de la insulina suficiente para permitir que la glucosa penetre en las células y les proporcione energía, comienza a metabolizar las grasas y a producir cuerpos cetónicos que circulan en la sangre. A esto se le conoce como cetoacidosis», señala la especialista.
Sobre los pacientes COVID-19 que se han recuperado de esta enfermedad, pero están expuestos a la mucormicosis, la experta indica que la gravedad recae en su sistema inmunológico deprimido ya que al haber enfrentado al SARS-CoV-2 y estar en recuperación, las infecciones por hongo negro suponen un riesgo más alto.
La automedicación también es un factor negativo, ya que como lo señala el nutricionista Luis León, “los corticoides suministrados a estos pacientes (COVID-19) suprimen de manera importante al sistema inmunológico”.
Esto hace que «los diabéticos con enfermedades infecciosas y alto consumo de esta medicina supriman sus glóbulos blancos y la salud decaiga».
«Cuando inhalamos un hongo del género Rhizopus u otro mucoral del aire o, por ejemplo, de una fruta contaminada antes de que nos la comamos, penetra en nuestro organismo por la nariz y, si nuestras defensas inmunológicas están bajas y no pueden eliminarlo, coloniza los senos paranasales y, con sus enzimas, entra en el torrente sanguíneo, se esparce y destruye tejidos suaves y hueso, sus hifas pueden formar pequeños émbolos, taponar los vasos sanguíneos y, de esta manera, impedir la irrigación de los tejidos y propiciar su necrosis. Lo más habitual es que el hongo afecte el área orbital de la cara; en casos avanzados invade la zona cerebral y da lugar a una mucormicosis rino-cerebral o cráneo-facial», expuso Laura Castañón Olivares. Con información de Noticieros Televisa