En Oaxaca, la Fiscalía General del Estado emitió una ficha de búsqueda para localizar a Irma Galindo, defensora del bosque, quien fue vista por última vez el pasado 27 de octubre en la comunidad de Mier y Terán, San Esteban Atlatahuca, Tlaxiaco, en la región Mixteca, días después de una serie de agresiones armadas.
La defensora de 41 años de edad portaba un pantalón de mezclilla y una blusa típica de manta con grecas rojas cuando fue vista por última vez. Asimismo, una chamarra de gabardina color negro, un sombrero de mezclilla, y botines, de acuerdo con la ficha emitida el 9 de noviembre pasado.
Esta sería la tercera vez que la defensora desaparece en los últimos tres años, ante las múltiples amenazas contra su vida y la de su familia.
Galindo Barrios ha denunciado la tala clandestina en Atatlahuca ante la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). En 2019, denunció el hostigamiento y persecución en su contra por parte del presidente municipal Heriberto Nicanor Alvarado Galindo, y del comisariado, Crescenciano Sandoval Quiroz.
El pasado 27 de octubre, cuando fue vista por última vez, Irma Galindo Barrios expresó en redes sociales la intención de entrar a la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, en la Ciudad de México; sin embargo, dijo que no pudo hacerlo debido a los múltiples requisitos que hay que cumplir para ello, entre ellos, ser parte de un medio informativo.
“Resulta que para entrar a la mañanera a pedirle al Presidente de la República que resuelva el conflicto que vive mi pueblo, ya que el gobierno del estado lleva más de dos años aplicando estrategias que me hacen más vulnerable y a los habitantes defensores de Ndoyonuyuji, Mier y Terán y Ndoyonuyuji, resulta que tengo que ser periodista y tener una cita o en todo caso tener un padrino político que me acerque al presidente.
“¿Cómo se supone que los campesinos obtendremos títulos de profesionista o padrinos políticos? Si nacemos y vivimos en el campo y nos dedicamos a cultivar y estudiar la naturaleza pero ella no nos puede dar ni títulos de campesinos”, denunció a través de su Facebook, donde también afirmó haber tenido encuentros con personajes políticos para plantear la resolución del conflicto de su comunidad, sin éxito.
Grupos armados en la zona
El 23 de octubre, el Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas (Cedhapi) solicitó al Estado Mexicano que urgentemente actúe ante el estado de sitio que mantiene un grupo armado a los habitantes de las comunidades Ndoyonuyuji, Guerrero Grande y Mier y Terán, en el municipio de San Esteban Atatlahuca, Tlaxiaco.
Ese día, un grupo armado de 70 personas armadas con armas de alto calibre atacaron la comunidad de Guerrero Grande, y las comunidades de Mier y Terán, propiciando el deceso de varias personas de la tercera edad.
Las agresiones comenzaron en la noche del día 21 de octubre del 2021 cuando fueron quemadas 25 casas en la comunidad de Ndoyonuyuji municipio de San Esteban Atatlahuca, por lo cual diversas familias se encuentran en la situación de desplazamiento forzado interno, y en este momento 25 familias se encuentran refugiadas en las instalaciones del INPI en la ciudad de Tlaxiaco, en calidad de desplazados, expuso la organización en un comunicado.
Dos años antes, como parte del conflicto, la casa de la activista fue incendiada; sin embargo nadie atendió su denuncia, que fue presentada en la fiscalía de la mujer; excusaron que no fue violada, por lo que no podían brindar atención a su caso.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) indica que, en 2020, 16 ambientalistas fueron asesinados en México, mientras que 90 agresiones fueron registradas contra activistas en 65 ataques distintos.