Los intercambios bursátiles en Estados Unidos se suspendieron durante quince minutos para detener las pérdidas, así lo reportó la Agencia France Press. La Bolsa de Valores está detenida por las caídas estrepitosas que amenazan la economía mundial debido a los temores al impacto global del coronavirus y el desplome de los precios del crudo que causaron estragos este lunes en los mercados de valores del mundo, con pérdidas que en la mayoría de los casos superaron el 6 por ciento en Asia y Europa. Mientras que la Bolsa de Nueva York se contagió del pesimismo y en la apertura caía más de 7%.
Los mercados en Estados Unidos hicieron un paro de emergencia de 15 minutos, luego del desplome en los primeros minutos de operación, en una medida diseñada para limitar el pánico que se desencadenó por última vez durante la crisis financiera de 2008. Este interruptor de emergencia se activa cuando los mercados caen más de 7 por ciento. Una vez que se reanudan las operaciones, el próximo interruptor se dispararía si las pérdidas alcanzan el 13 por ciento.
Los efectos fueron especialmente devastadores, con un descenso del 7.96%, en la bolsa de la capital de Tailandia, país en cuya economía desempeña un importante papel el turismo, en gran medida procedente de China, que se ha reducido al mínimo desde que comenzó el brote de coronavirus.
Las principales bolsas europeas mantienen fuertes pérdidas en la sesión de este lunes, encabezadas por Milán, que se hunde más del 10 %, en una nueva jornada en la que el pánico a la expansión del coronavirus, y la posibilidad de que la economía entre en recesión.
El precio del barril del crudo Brent se desplomó más de 20%, hasta cotizar alrededor de los $35, pero llegó a caer casi 30% en la jornada, lo que supone la mayor caída en una jornada desde la primera Guerra del Golfo (1991). Mientras el COVID-19 ha golpeado con fuerza las bolsas de todo el mundo y las acciones de las compañías aéreas han caído por el impacto que el brote tendrá en sus operaciones.
La Bolsa de Valores de Sao Paulo también suspendió operaciones por una caída superior al 10% por el coronavirus y la guerra de precios del petróleo.