Micheli Schlosser, de 25 años, una mujer víctima de maltrato en Brasil dejó a más de una persona sin palabras luego de afirmar en pleno Tribunal que ya había perdonado a su ex novio, quién le disparó cinco veces tras una fuerte discusión en una heladería, en agosto de 2019.
Después de la declaración pidió permiso al juez para abrazar y besar a Lisandro Rafael Posselt. «Nunca me había agredido, siempre fue muy bueno conmigo y ya pagó por su error», dijo.
Rafael Posselt fue condenado a 7 años de prisión domiciliaria, cinco por intento de homicidio y dos por posesión ilegal de arma, pues no tenía antecedentes penales. Desde agosto de 2019, Posselt fue detenido y pasó todo este tiempo en prisión preventiva.
Según la narración del juez João Francisco Goulart Borges, la mujer afirmó durante la sesión que quiere casarse y vivir el resto de su vida con el hombre que intentó matarla.
Brasil tiene una de las tasas más altas de feminicidio a nivel mundial. En todo el país, cuatro mujeres fueron asesinadas en promedio cada día en 2018, según cifras de Global Citizens.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el organismo de derechos humanos de la Organización de Estados Americanos, califica de “alarmante” el índice de violencia de género en ese país sudamericano.
“Los asesinatos de mujeres son la forma más extrema de violencia y discriminación contra ellas y representan una flagrante violación de sus derechos humanos”, afirma la comisionada Antonia Urrejola, relatora para Brasil de la CIDH.
“Vemos con preocupación la prevalencia de asesinatos de mujeres, así como las trágicas consecuencias que los intentos de asesinato tienen para las víctimas y sus familias, así como los profundos efectos psicológicos, emocionales y físicos que conllevan estas agresiones”, expuso.