La Cumbre del Clima de la ONU (COP25) terminó con un débil llamado a los países a realizar esfuerzos más ambiciosos contra el cambio climático en 2020 para evitar que la temperatura del planeta suba a finales de siglo por encima de 1.5 grados.
No se lograron acuerdos para regular los mercados de carbono, previstos en el artículo 6 del Acuerdo de París, ni ordenar el comercio de los derechos de emisión en un sistema único para todo el mundo. El acuerdo final denominado “Chile-Madrid. Tiempo de Actuar” llegó dos días después de la jornada prevista para el cierre ante el estancamiento de las negociaciones.
Incluso el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres manifestó su desencanto: “Estoy decepcionado con los resultados de la COP25. La comunidad internacional perdió una oportunidad importante para mostrar una mayor ambición en mitigación, adaptación y financiamiento para enfrentar la crisis climática”.
En esta Cumbre, realizada en Madrid luego que Chile no pudiera acogerla por las protestas contra el gobierno de Sebastián Piñera, sólo se consiguió que 84 países, de los casi 200 participantes, se comprometieran a presentar en 2020 Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC, en inglés) más duras para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Dentro de ese pacto están Alemania, Francia, España y Reino Unido; sin embargo, Estados Unidos, China, India y Rusia -que juntos suman alrededor del 55 por ciento de las emisiones mundiales de GEI- no entraron al acuerdo y no dieron señales de querer ser más ambiciosos. La ONU advirtió que los NDC actuales provocarían al menos un alza de 3.2 grados a la temperatura para finales de siglo.