La Agencia Mundial Antidopaje (AM) ha confirmado la exclusión de Rusia de las grandes competiciones internacionales durante los próximos cuatro años debido a la falsificación de la base de datos del laboratorio de Moscú. Dichas manipulaciones hacen imposible comprobar si 145 de los 298 deportistas sospechosos violaron las reglas antidopaje entre 2012 y 2015, por lo que la Agencia Mundial Antidopaje consideró que Rusia ha intentado encubrir posibles positivos.
El Comité Ejecutivo de la AMA ha anunciado que el país no estará en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 ni en los Juegos Olímpicos de invierno de Pekín 2022, quedando fuera también de competiciones como el Mundial de Qatar 2022 o los Juegos Paralímpicos en la capital nipona. La decisión ha sido unánime tras la reunión celebrada este lunes en Lausana, Suiza. Sólo los atletas que puedan probar estar limpios para poder competir podrán hacerlo bajo una bandera neutral. 168 atletas rusos ya lo hicieron los Juegos de Invierno 2018 en Pyeongchang.
El castigo supone, pues, una ampliación a la sanción de 2015 después de las irregularidades de Rusia en los Juegos de Sochi 2014 por dopaje de estado. En su país ganaron 33 medallas, 13 de ellas de oro. La AMA ha informado a la agencia antidopaje rusa (Rusada) tiene 21 días para recurrir a la sanción. Si lo hace, la apelación se remitirá al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
En el documento redactado por la comisión independiente se relataban las falsificaciones realizadas por la Rusada, con datos manipulados o directamente borrados cuando los investigadores estudiaban readmitir a Rusia en enero de 2019. El informe señala que se trata de un caso “de extrema gravedad”, hecho que la AMA no ha podido obviar.
“Los datos facilitados desde Moscú son incompletos y sin autenticidad completa”, indicó el comité de revisión que realizó el estudio. La entrega de los datos correctos era una condición impuesta por la AMA para levantar sanciones anteriores contra la Rusada, situada en el centro de un escándalo de dopaje institucional entre 2011 y 2015, lo que ya originó en su día un gran escándalo.
A pesar de la prohibición, Rusia sí podrá competir en la Eurocopa 2020, en la que San Petersburgo será sede, ya que la UEFA no se define como una “organización de eventos importantes” con respecto a las decisiones sobre infracciones antidopaje. Lo que no podrá es aspirar a organizar ningún evento deportivo mientras la sanción esté vigente.
El Comité Olímpico Internacional (COI) ya se había mostrado favorable a la sanción. En un comunicado señaló que apoyaría “las sanciones más severas”. El COI “condena con la máxima firmeza los actos de los responsables de manipulación de datos del laboratorio de Moscú antes de que se transfirieran a la AMA en enero de 2019. Esta manipulación flagrante es un atentado a la credibilidad del deporte y un insulto al movimiento deportivo mundial”.