El Ejército y la policía se enfrentaron con partidarios del expresidente Evo Morales en una ciudad del centro de Bolivia, dejando un saldo de ocho fallecidos y más de cien heridos heridos, en un hecho de violencia que intensifica el desafío para el gobierno de la autoproclamada presidenta interina Jeanine Áñez.
Este mortal enfrentamiento profundiza aún más la crisis que vive el país andino desde hace tres semanas generada por protestas contra el presunto fraude en la contienda presidencial del 20 de octubre que Morales dijo haber ganado. El líder indígena terminó dimitiendo el domingo tras presiones de la policía y militares.
En la jornada, miles de manifestantes en su mayoría cocaleros del Chapare, reducto del exmandatario, buscaban ingresar a la ciudad de Cochabamba para protestar contra Añez y reclamar el regreso de su líder. Los choques comenzaron cuando manifestantes trataron de cruzar un puesto militar de control, donde opositores y seguidores de Morales se enfrentaron durante semanas.
Los cocaleros informaron primero de cinco fallecidos cuando las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra los manifestantes. Más tarde el Defensor del Pueblo en esa ciudad, Nelson Cox, confirmó ocho fallecidos por impacto de bala, 115 heridos y 124 detenidos. La policía informó que a muchos detenidos se les decomisó armas y explosivos.
Emeterio Colque Sánchez, un universitario de 23 años que participó en la protesta, dijo que vio los cuerpos de varios manifestantes muertos tendidos en el piso. Sánchez, quien habló desde el lugar de los enfrentamientos, dijo que cerca de dos docenas de heridos fueron trasladados a un hospital.
Otro manifestante, Franco Ríos, de 40 años, dijo que también vio los cuerpos de varios manifestantes. Otra testigo, Rocío Rocha Pérez, de 27 años, dijo que llegó al hospital cuando las ambulancias trajeron a los heridos. Muchas personas estaban cubiertas de sangre y la escena era caótica en el hospital, relató.
En La Paz, manifestantes afines a Morales chocaron con la policía que usó gas lacrimógeno para controlar la protesta. Personas mayores y niños quedaron atrapados cuando buscaron refugio en negocios que habían sido cerrados detrás de laminas de metal para protegerse de saqueadores.
Poco antes, Añez denunció un supuesto “plan subversivo del régimen saliente que intenta destruir el Estado”. Según la autoproclamada mandataria interina, el blanco son instalaciones petroleras”.
El ministro de Gobierno anunció la supuesta participación de extranjeros. Nueve venezolanos fueron detenidos con armas cerca de la frontera con Brasil, dijo en rueda de prensa Ayer viernes por la mañana, la nueva canciller anunció la ruptura de las relaciones con el gobierno de Nicolás Maduro, el alejamiento de la UNASUR y ALBA y la salida de la brigada médica cubana del país en un giro de 180 grados respecto de la política exterior que imprimió por casi 14 años el expresidente Evo Morales.
La canciller Karen Longaric dijo en rueda de prensa que Bolivia deja UNASUR porque en los hechos “el bloque ya no opera, ya no existe y no sirve”. Agregó que “el gobierno de Bolivia se ha desvinculado del tratado del ALBA” en referencia a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América que impulso el fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez.