El Gobierno de México otorgó asilo político al mandatario boliviano Evo Morales por razones humanitarias tras su renuncia como presidente de Bolivia este domingo, después de las fuertes las protestas y las presiones de policías y militares, así lo informó Marcelo Ebrard secretario de Relaciones Internacionales, quien detalló que el asilo se da después de que Morales haya aceptado el ofrecimiento del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. México ha pedido que se den garantías para que Morales pueda abandonar su país.
El canciller Ebrard expuso que la decisión se da “en virtud de la situación de urgencia que enfrenta en Bolivia, en donde la vida de Evo Morales y su integridad corren riesgo”. El Gobierno de México, explicó el funcionario, se ha comunicado con la Cancillería boliviana para que, «bajo el derecho internacional, proceda a otorgar el correspondiente salvoconducto y las seguridades, así como garantías de que la vida, integridad personal y libertad del señor Morales no serán puestas en peligro y que podrá ponerse en seguridad”.
Desde su renuncia, Morales se ha resguardado en el Chapare, la zona cocalera del centro del país, uno de sus principales bastiones, donde gestó su carrera como líder sindical. La decisión de México supone una sacudida en el tablero político de América Latina y el movimiento más determinante del Gobierno de López Obrador respecto a la región desde que asumió el poder hace un año. El anuncio de Ebrard llega poco después de que la Casa Blanca celebrase la renuncia de Morales que, según dijo, enviaba un mensaje a los Gobiernos de Venezuela y Nicaragua.
“Latinoamérica ha sido testigo en su historia de lamentables y violentos acontecimientos en los que el orden constitucional se rompe y autoridades democráticamente electas se ven obligadas a abandonar todo para proteger su vida y su seguridad. En numerosas ocasiones, a iniciativa, o con la participación de las Fuerzas Armadas, que tienen como encomienda principal proteger el orden democrático”, recalcó Ebrard.
“El otorgamiento de asilo es un derecho soberano del Estado mexicano que va acorde con sus principios normativos en política exterior para proteger los derechos humanos y respetar la autodeterminación de los pueblos, la solución pacífica de las controversias y la no intervención”, ha insistido en su declaración Ebrard. “Esta decisión la hemos hecho ya del conocimiento de la Organización de Estados Americanos, la haremos de la Organización de las Naciones Unidas invocando, de acuerdo a los tratados y convenciones internacionales, la protección internacional a la vida, la libertad y la integridad de Evo Morales”, ha añadido.
Para el diario El País: «La salida del poder de Evo Morales ha sacudido a una región en estallido permanente en el último año. Las formas, asfixiado por las protestas populares y tras la presión de policías y militares, han hecho aflorar los peores fantasmas de América Latina. No es de extrañar, pues, que México haya calificado de golpe de Estado lo ocurrido en Bolivia, en la línea de lo que manifestó el expresidente brasileño Lula da Silva y, después, gobiernos autoritarios como el de Venezuela, donde Nicolás Maduro, ha salido a defender a uno de sus socios. Por el contrario, los presidentes de corte conservador, salvo Jair Bolsonaro, han guardado silencio», agregó. Con información de El País.