Donald Trump ha anunciado que impondrá aranceles al acero procedente de Turquía en castigo por sus “acciones desestabilizadoras en el noreste de Siria”. Además, autorizará “pronto” la imposición de sanciones contra oficiales del Gobierno y detendrá “inmediatamente” las negociaciones de cara a un acuerdo comercial con Turquía.
“La ofensiva militar de Turquía pone en peligro a los civiles y amenaza la paz, la seguridad y la estabilidad en la región. He sido perfectamente claro con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan: la acción de Turquía está precipitando una crisis humanitaria y creando las condiciones para posibles crímenes de guerra”, afirmó el presidente de los Estados Unidos en un comunicado.
“Desafortunadamente, Turquía no parece estar mitigando los efectos humanitarios de su invasión”, añade, y concluye: “Estoy totalmente preparado para destruir rápidamente la economía de Turquía si los líderes trucos continúan por este peligroso camino destructivo”.
El presidente ha hecho público el comunicado después de haberse reunido con sus consejeros. No aclara cuándo podrán imponerse las sanciones ni a partir de qué momento entrarán en vigor los aranceles. Sí explica que estos gravámenes al acero “volverán a ser del 50%, el nivel anterior a la reducción de mayo”.
La Casa Blanca recortó en mayo los aranceles que impone al acero turco del 50% al 25%. Se habían subido al 50% el año pasado, como medida de presión en un conflicto a raíz de la detención de un clérigo estadounidense acusado por el Gobierno truco de espionaje. Turquía es el octavo país productor de acero y, en 2018, cerca del 5% de sus exportaciones de la aleación fueron a Estados Unidos.
La semana pasada, Turquía inició una ofensiva militar en el norte de Siria contra las milicias kurdas, fieles aliados de los estadounidenses en su lucha contra el Estado Islámico en la región. La ofensiva fue facilitada por la decisión de Trump de despejar el camino a las tropas turcas, retirando el medio centenar de soldados que tenía en la zona.
La decisión de Trump de abandonar a su suerte a los aliados kurdos produjo un fuerte rechazo en Washington, incluso entre legisladores republicanos que han apoyado siempre al presidente. Los congresistas llevan días presionando al Gobierno con iniciativas bipartidistas encaminadas a imponer sanciones a Turquía. Con información de El País.