Una menor frecuencia en la recolección de la basura y mayores dificultades para eliminar el mosquito del dengue son otras de las consecuencias de la crisis energética coyuntural que vive Cuba, y de la cual culpan a los Estados Unidos.
La recolección de basura en las calles de La Habana es «una actividad que sufre un gran impacto con relación a la asignación de combustible», dijo a la prensa Osmín Camejo, vicepresidente del gobierno de La Habana, al anunciar la medida de ahorro de energía, informó AFP. «Se ha diseñado para ello nuevos horarios de recogida para la población los lunes, miércoles y viernes a partir de las 7 de la noche», señaló Camejo.
La capital, una ciudad de 2,1 millones de habitantes que cumple 500 años en noviembre, genera diariamente 23.800 m3 de basura y escombros. Precisamente por ese aniversario, la capital recibió un regalo de 100 camiones recolectores de Japón, 10 de Austria, y espera 61 equipos adicionales donados por China.
Ahora, cuando los nuevos vehículos naranja alivian la situación higiénica de la ciudad de La Habana, el gobierno anunció hace diez días una crisis en la disponibilidad de diésel, donde ya han parado algunos camiones recolectores debido a las presiones que aplica Estados Unidos sobre las navieras para que no trasladen el petróleo de Venezuela a Cuba.
Simultáneamente, las autoridades sanitarias alertan que las últimas semanas de septiembre y octubre, es el mejor momento para la reproducción del Aedes aegypti, mosquito transmisor del dengue, la fiebre amarilla, zika y chikunguya. Pero la campaña antivectorial en Cuba se ve afectada por la situación higiénica de la ciudad.
«Este año la situación en la región de las Américas es muy compleja sobre todo por grandes brotes de dengue… la infestación del mosquito es muy elevada en muchos lugares», dijo a la prensa el doctor Francisco Duran, director nacional de epidemiología, del Ministerio de Salud. Según un reporte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Cuba informó de 1.542 casos de dengue en lo que va de año.
«Hoy no podemos decir que hay una región del país… que escape a un elevado índice de infestación del vector», dijo a la prensa la doctora Carilda Peña, directora nacional de vigilancia y lucha antivectorial. Y «para poder controlar el vector, lo primero que tenemos que hacer es evitar focos o posibles focos que generen el vector», agregó.