Turki al Malki, portavoz del Ministerio de Defensa saudí, señaló hoy que los ataques del pasado sábado contra las instalaciones petrolíferas de la compañía estatal Aramco fueron efectuados con 18 drones y 7 misiles de crucero iraníes.
El también portavoz de la coalición militar liderada por Arabia Saudita dijo en una rueda de prensa en Riad que el ataque contra las plantas de Abqaiq y Khurais se produjo desde el norte y no desde el sur, a pesar de haber sido reivindicados por los rebeldes yemeníes hutíes.
«Estamos trabajando para conocer exactamente el punto de lanzamiento de los drones y misiles, tenemos varias formas para identificar este punto, pero no podemos dar más información sobre esto» de momento, dijo el portavoz.
Afirmó que el ataque «incuestionablemente estaba respaldado por Irán», aunque evitó responder las reiteradas preguntas sobre si el ataque provenía de la nación de los ayatolás.
En la rueda de prensa, Al Malki mostró los restos de tres misiles que no alcanzaron su objetivo y han sido recuperados e inspeccionados, mientras que otros cuatro golpearon la planta de Khurais.
Agregó que 18 aviones no tripulados atacaron Abqaiq, la mayor instalación petrolífera de Arabia Saudí.
Al Malki dijo que, después de analizar los restos de los aparatos, pueden afirmar que son de tipo Delta Wing iraní y que todos los componentes analizados son iraníes.
Destacó que el alcance de los drones es de mil 200 kilómetros y el de los misiles de 700 kilómetros, por lo que consideró que «los misiles nunca podrían ser lanzados desde el Yemen», desde los territorios que están bajo control de los rebeldes chiíes.
Al Malki defendió los sistemas de defensa aérea de Arabia Saudita, que no pudieron evitar el ataque múltiple que causó la reducción de la producción de petróleo del reino de un 50% durante más de 48 horas.
«Nuestras defensas aéreas han interceptado más de 200 misiles balísticos y 258 drones», dijo, subrayando que «no hay ninguna nación que está expuesta» a ese número de ataques contra instalaciones gubernamentales y civiles.
Los rebeldes hutíes suelen reivindicar el lanzamiento de drones y misiles balísticos contra Arabia Saudí, desde que este país dio comienzo a una intervención militar en el Yemen en marzo de 2015 y bombardea a los insurgentes, causando además víctimas civiles y grandes destrucciones.