La muerte del magnate Jeffrey Epstein, de 66 años acusado en Estados Unidos por tráfico sexual de menores, ha despertado muchas suspicacias. Este sábado fue encontrado colgado en su celda de la cárcel federal de Manhattan, una muerte ante la cual el Gobierno de Donald Trump dijo mostrarse “horrorizado” y por tal motivo anunció una investigación del Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) para esclarecerla.
Epstein, era señalado por la Justicia de crear una red para abusar de decenas de niñas en su mansión de Nueva York, así como en otra situada en Florida hace más de una década. El Departamento de Bomberos, que maneja las unidades de emergencias médicas de la ciudad y que había recibido una llamada acerca de un posible paro cardíaco, acudió a la cárcel, en donde le aplicaron terapia cardiorrespiratoria y fue trasladado a un hospital, donde se certificó que estaba muerto.
“La muerte de Epstein levanta serias interrogantes que deben ser contestadas”, dijo el fiscal general y titular del Departamento de Justicia de Estados Unidos William Barr, quien destacó que esta muerte ocurrió bajo custodia del Gobierno federal. Agregó que además de la investigación que realizará el FBI, también el Departamento de Justicia realizará otra.
Los abogados del millonario también expresaron inquietud sobre la muerte y afirmaron que “nadie debería morir en prisión. No obstante, no podemos confirmar rumores en cuanto a su causa de muerte y confiamos que la Fiscalía General de Estados Unidos y los Alguaciles federales investigarán a fondo las circunstancias de la tragedia de hoy”, indicaron los abogados, sin identificar, citados por medios locales.
Anteriormente, el 23 de julio, el millonario, que se declaró no culpable de las acusaciones de tráfico de menores, había sido hallado inconsciente en su celda, con marcas en el cuello, por lo que las autoridades investigaban si se había tratado de un intento de suicidio y desde entonces estaba bajo vigilancia, sobre la que ahora se ciernen dudas.
Epstein fue arrestado el pasado 6 de julio, cuando su avión privado aterrizó en Nueva Jersey, y fue trasladado a Nueva York para enfrentar los cargos relacionados con tráfico sexual de menores. Epstein enfrentó acusaciones en Florida, pero en 2008 alcanzó un acuerdo extraoficial con la Fiscalía para que se cerrara la investigación.
De acuerdo con la acusación, el magnate se valió de empleados y colaboradores para atraer a su residencia a las niñas, a quienes pagaba cientos de dólares tras los abusos sexuales, pero también para que reclutaran a nuevas potenciales víctimas.
El millonario neoyorquino intentó salir en libertad a la espera del juicio, previsto para el próximo año, para lo que ofreció pagar una fianza de hasta 100 millones de dólares, pero la Fiscalía se opuso argumentando que era un peligro para la comunidad y debido a su alto riesgo de fuga por sus recursos económicos.
Epstein amasó una gran fortuna que le llevó a tener propiedades en diversos países, con una gran mansión en su natal Nueva York y otra en Florida. Entre las personas con las que llegó a relacionarse figuran Donald Trump y el ex presidente estadounidense Bill Clinton.