Según un nuevo estudio, realizado en Finlandia y presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología 2018, tomar vacaciones podría ayudarte potencialmente a vivir más, y que revela que tomarte unos días de vacaciones puede tener mejores efectos que solo relajarte por unos días o despejarte de los problemas en el trabajo.
La Universidad de Helsinki, Finlandia, fue la encargada de llevar a cabo el estudio que duró 40 años. Se tomaron como muestra a 1,222 hombre ejecutivos nacidos entre 1919 y 1934. Todos tenían por lo menos un factor de riesgo para padecer alguna enfermedad cardiovascular, como presión arterial alta, colesterol alto, triglicéridos elevados, intolerancia a la glucosa, sobrepeso y prácticas constantes de consumo de cigarro.
Se dividió a los participantes en dos grupos, aleatoriamente. El primer grupo de intervención, con 612 participantes, recibió asistencia médica constante para mejorar su salud, mantener una dieta balanceada, hacer ejercicio, bajar de peso, dejar de fumar, tomar medicinas y vitaminas para disminuir la presión arterial y controlar los índices de lípidos en el cuerpo.
El resto de los participantes conformaron un grupo de control con 610 miembros. Ellos no recibieron atención médica especializada y no tuvieron modificaciones en su estilo de vida.
Cinco años después, se encontró que el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular había disminuido 46% en el grupo de intervención, comparado con el grupo de control. Sin embargo, 15 años más tarde, habían muerto más integrantes del primer grupo. Por lo tanto, se decidió extender el estudio hasta llegar a los 40 años de observación, teniendo como objetivo analizar datos que no se habían considerado hasta el momento, como el trabajo, el sueño y las vacaciones.
Se observó que las vacaciones cortas estaban relacionadas con el aumento de muertes en el grupo de intervención. Los hombres de este mismo grupo que tomaron 3 semanas de vacaciones al año o menos, tuvieron un riesgo mayor de muerte que aquellos que tomaron más de 3 semanas. Sin embargo, en el grupo de control (el segundo grupo), las vacaciones no causaron ninguna diferencia.
El profesor Timo Strandberg, autor del estudio, dijo que no había que pensar que tener una «vida saludable» -hacer ejercicio y tener una dieta balanceada- iba a compensar el estrés causado por trabajar excesivamente y por no descansar o tomar vacaciones.
«En nuestro estudio, los hombres con vacaciones más cortas trabajaron más y durmieron menos que aquellos que tomaron vacaciones más largas. Este estilo de vida estresante puede haber anulado cualquier beneficio de la intervención. Creemos que la intervención misma, también pudo haber tenido un efecto psicológico adverso sobre estos hombres, agregando estrés a sus vidas «, explicó el profesor Strandberg.
El estudio demostró que el estrés es un factor fundamental a tratar cuando se pretende mejorar la calidad de vida de las personas, y que se debe de hacer una combinación adecuada entre el estrés y el estilo de vida cuando se trata de inducir en las personas mecanismos rigurosos, como la dieta y el ejercicio.