El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) pronosticó para este viernes la formación del primer huracán de esta temporada, Barry, que, de acuerdo a un patrón de trayectoria, tocaría tierra en algún punto de la costa central estadounidense del Golfo de México este fin de semana.
El área que podría golpear el fenómeno abarca un arco costero que va desde la costa de Texas hasta Florida. En un boletín difundido a las 11.00 horas de Miami (15.00 GMT), el NHC analiza un sistema de bajas presiones en el Golfo de México, con altas probabilidades de ser huracán este viernes, a medida que se vaya fortaleciendo.
A la hora del boletín el sistema se localizaba unas 170 millas (270 km) al este-sureste de la desembocadura del Mississippi y se movía a casi 8 millas por hora (13 km/h) en dirección oeste-suroeste con vientos máximos sostenidos de 30 millas por hora (45 km/h).
Los meteorólogos aconsejan estar atentos al curso del sistema a todos aquellos situados en un arco costero que va desde la costa de Texas hasta el Panhandle de Florida (noroeste del estado) y advierten de la posibilidad de crecidas del mar, inundaciones y lluvias en distintos puntos de esa zona.
Durante el fin de semana se aproximará a la parte central de la costa estadounidense. El patrón de trayectoria muestra el cono del huracán abarcando gran parte de la costa de Louisiana y Texas. Las probabilidades de formación de una tormenta tropical o huracán en las próximas 48 horas son elevadas, de casi un 100 por ciento y lo mismo indican los pronósticos a cinco días.
La temporada de huracanes en la cuenca atlántica comenzó oficialmente el 1 de junio, pero antes, el 20 de mayo, se formó al sureste de Bermuda una tormenta subtropical, Andrea, que se debilitó enseguida y no causó daños.