La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) por sus siglas en inglés, investiga la muerte de más de 279 delfines nariz de botella en la costa del Golfo de México, que de entrada algunos investigadores han considerado que podría ser debido al contacto con agua dulce por las fuertes lluvias registradas en los Estados Unidos.
En los últimos meses un total de 279 delfines fueron hallados varados en la costa sur estadounidense, entre los estados de Florida y Luisiana, de los cuales el 98 % murieron, detalló este sábado Allison Garrett, una de las portavoces de NOAA.
Estas cifras representan el triple del promedio histórico de 87 animales encontrados en el mismo período en las costas de Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida, detalló Erin Fougeres, administradora del Programa de Mamíferos Marinos Varados de la Región Sudeste de Pesquerías de NOAA.
«Algunos de los delfines varados han tenido lesiones visibles en la piel que son consistentes con la exposición al agua dulce», indicó la experta. Los animales afectados exhiben hallazgos patológicos, patrones de comportamiento, signos clínicos o condición física general similares o inusuales, subrayó por su parte Teri Rowles, coordinadora del programa de la NOAA para mamíferos marinos varados.
Agregó que los científicos investigarán tanto la baja salinidad debidos al flujo de agua dulce de los ríos como también otras posibles causas, entre ellas efectos persistentes de derrames petróleo en el Golfo de México.
Los delfines de nariz de botella se encuentran en todo el mundo, tanto fuera de la costa como en puertos, bahías, abismos y estuarios de aguas templadas y tropicales. Esta especie no está en peligro ni amenazada en Estados Unidos, pero está protegida bajo la Ley de Protección de los Mamíferos Marinos.