La operación “Lava Jato” comenzó en marzo de 2014 como una investigación sobre lavado de dinero en el estado de Paraná, en el suroeste del país. La policía local y la fiscalía arrestaron al propietario de gasolineras Carlos Habib Chater y lo acusaron de hacer negocios con Alberto Youssef, quien fue condenado por lavado de dinero y le había regalado una camioneta Range Rover a un ejecutivo de la compañía petrolera Petrobras, Paulo Roberto Costa. Youseff y Costa lograron acuerdos de culpabilidad que revelaron una enorme red de sobornos.
Según la fiscalía, los ejecutivos de grandes compañías de construcción como Odebrecht, OAS y Andrade Gutiérrez formaron un cártel que decidía a qué empresa se le otorgarían las licitaciones de Petrobras, con montos que superaban los miles de millones de dólares, y qué además inflaban los precios para encubrir los pagos a políticos y ejecutivos de Petrobras, expuso la investigación.
Así una larga lista de empresarios y políticos han sido condenados o están bajo investigación. El ex presidente Lula ha apelado una sentencia de 8 años y 10 meses por aceptar un apartamento de parte de OAS. Otro ex mandatario, Michel Temer, también está siendo investigado. Otras figuras involucradas son el ex director general de Odebrecht, Marcelo Odebrecht, y el ex presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha. También ha tenido enormes consecuencias en Perú: Los fiscales afirman que han pedido una sentencia de 20 años en contra del exmandatario Ollanta Humala, mientras que otro ex presidente, Alan García, se suicidó de un disparo en la cabeza en abril pasado justo antes de que las autoridades llegaran a su residencia para arrestarlo en relación con la investigación.
En ese marco, ahora The Intercept expuso que los documentos revelados demuestran que el juez Sergio Moro, quien era percibido por la mayoría como un héroe por estar al frente de la investigación, ayudó a guiar a los fiscales en su intento por condenar a Lula, cuando debió tener una actitud imparcial. También aseguran que los escritos muestran que los fiscales dudaban sobre la contundencia de la evidencia recabada. El abogado de Lula, Cristiano Zanin, dijo que la fiscalía fue “corrompida” y que el ex mandatario debería ser excarcelado. Sergio Moro y el vicepresidente Hamilton Mourao afirman que las conversaciones fueron sacadas de contexto y defendieron la investigación, esto en un nuevo episodio de la operación «Lava Jato» que vuelve a ocupar la atención de los medios de comunicación con esta nueva filtración.