Un análisis del suelo lunar realizado con datos de la misión india Chandrayaan-3 ha revelado restos de lo que podría ser un antiguo océano de magma en el polo sur de la Luna, según un artículo publicado el pasado miércoles 21 de agosto de 2024 en la revista Nature.
Hasta ahora, las investigaciones sobre la geología de la Luna se habían basado principalmente en muestras tomadas por misiones a latitudes medias lunares, como las del programa Apolo de la NASA.
A través de su módulo de aterrizaje Vikram, la India consiguió exitosamente hace un año ser el cuarto país del mundo en llegar a la Luna y el primero en posarse sobre el polo sur lunar, la cara más meridional del satélite y una región que nunca antes había sido explorada.
Hallazgo de roca anortosita ferrosa
Tras haber recolectado información sobre la presencia de agua y minerales, el róver Pragyan realizó 23 mediciones en diversos puntos a lo largo de 103 metros de la superficie lunar utilizando su espectrómetro de rayos X de partículas alfa, que medía la composición elemental del regolito lunar.
Las exploraciones de Pragyan sirvieron para descubrir una composición elemental relativamente uniforme en el regolito lunar que rodeaba al módulo de aterrizaje, que contenía principalmente el tipo de roca anortosita ferrosa.
Estas mediciones de composición del polo sur lunar son intermedias entre las de las muestras de la región ecuatorial de la Luna tomadas por las misiones Apolo 16 y Luna-20, detalla el estudio.
Materiales pesados se unieron al manto
Para los autores, la composición química similar de estas muestras geográficamente tan distantes apoya la hipótesis de la existencia de un océano de magma lunar.
Al enfriarse la Luna durante su formación, la anortosita ferrosa, menos densa, flotó hasta la superficie lunar, mientras que los minerales más pesados se hundieron para formar el manto.
¿Cómo se formó la Luna?
Se cree que la Luna se formó cuando un planeta del tamaño de Marte colisionó con la Tierra, expulsando rocas que posteriormente se fusionaron para formar el único satélite de nuestro planeta.
Los minerales de magnesio que también fueron detectados por Pragyan, y que no pueden explicarse por la hipótesis del océano de magma lunar, son probablemente material más profundo excavado en la cuenca Aitken, una de las mayores ‘cicatrices’ de impacto del sistema solar, plantean los investigadores.
El estudio concluye que la composición del lugar de aterrizaje de Vikram es coherente con la hipótesis del océano de magma lunar, que predice que las tierras altas lunares se formaron como resultado de la flotación de rocas anortosíticas más ligeras.
Con información de efe, Nature.com, The Conversation