Un hombre armado con varios cuchillos atacó a un grupo de niñas que esperaba el transporte escolar mientras amenazaba con matarlas a todas. El ataque causó la muerte de una niña y de un padre que defendía a su hija, así como heridas a quince estudiantes; también falleció el atacante -del que se desconoce el nombre- y quien murió por las heridas que él mismo se hizo.
El suceso ocurrió hoy a las 7.40 AM-hora local en la ciudad japonesa de Kawasaki, al sur de Tokyo, cuando las menores estaban a punto de subir al autobús. Un testigo citado por la agencia Kyodo ha afirmado que el hombre, de unos 50 años iba vestido de negro y llevaba un cuchillo en cada mano usándolos indiscriminadamente contra ellas mientras gritaba: “Las voy a matar a todas».
La policía japonesa ha encontrado los cuchillos y otros dos dentro de una mochila que pertenecería al atacante. Las víctimas mortales son Hanako Kuribayashi, de 11 años, y Satoshi Oyama, de 39 años, un funcionario del Ministerio de Exteriores que había acompañado a su hija al lugar. Ambos murieron en el hospital.
En total dieciséis escolares de entre 6 y 12 años y una mujer también han resultado heridas. Las niñas estudian en el centro católico privado de Caritas, según la prensa local.
«Escuché a las niñas gritar que estaban asustadas y después vi a un hombre con cuchillos que decía que las iba a matar», declaró Toshichika Ishii, un vecino de 57 años que se encontraba en un parque cercano. Otro hombre acudió tras escuchar los gritos. «Es difícil describir a qué se parecían, cómo sonaban. No eran niñas divirtiéndose, no era un sonido normal en absoluto», explicó.
El conductor del autobús, Kazuhiro Yoshida, ha añadido que se encontró con «piscinas de sangre» al llegar. «Un hombre vestido de negro estaba en el suelo y no se movía», ha continuado. Otra vecina vio a trabajadores practicando masajes cardiacos a las niñas y a un hombre agachado e inmóvil del que brotaba sangre formando un enorme charco. El sospechoso ha sido ha sido encontrado inconsciente en la escena y ha muerto poco después por las heridas autoinfligidas. Sólo se sabe que es originario de Kawasaki.
«Es un caso horrendo, siento una ira enorme», ha afirmado en la televisión pública Shinzo Abe, el primer ministro. Abe ya ha dado instrucciones al Ministerio de Educación y al director de la Comisión de Seguridad Pública Nacional para que estudien cómo mejorar la seguridad de los estudiantes durante sus traslados a los centros.