Tras casi un año de guerra comercial entre Estados Unidos y China, el conflicto parecía estar llegando a su fin, pero solo empeoró. Anoche el gobierno de Donald Trump aumentó a más del doble los aranceles por un valor de US$200.000 millones, en una aguda escalada de las hostilidades. Los aranceles impuestos a los productos chinos subieron de 10% a 25% y Pekín prometió tomar represalias. La medida sucede al tiempo que altos representantes de ambos países intentan rescatar un acuerdo en Washington.
Altos funcionarios de ambos países, entre los que se encuentra Robert Lighthizer, se reunieron en Washington sin poder evitar la nueva escalada de tarifas, aunque continuarán negociando hoy viernes. El aumento de aranceles fue autorizado por el presidente Donald Trump, bajo la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974 de Estados Unidos, uno de los principales medios legales por los cuales ese país aplica los derechos estadounidenses bajo acuerdos comerciales y aborda las barreras extranjeras “desleales” a las exportaciones estadounidenses.
Las sanciones bajo la Sección 301 contra China se han aplicado en tres etapas. La primera, en vigor desde el 6 de julio del 2018, consistió en fijar un arancel de 25% sobre 818 productos chinos importados con un valor anual de 32,300 millones de dólares. Subsecuentemente, Estados Unidos instrumentó la segunda etapa, estableciendo un arancel de 25% sobre 279 productos chinos importados, con un valor anual de 13,700 millones de dólares, vigente desde el 23 de agosto del 2018.
Por último, la tercera etapa, vigente desde el 24 de septiembre del 2018, fue instrumentada primero con el arancel de 10% sobre 5,745 productos chinos importados por Estados Unidos con un valor de 188,900 millones de dólares, y luego, a partir de este viernes, con un arancel de 25% a la misma canasta.
Conversaciones tensas
En la capital estadounidense, el vice primer ministro chino, Liu He; el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, conversaron el jueves durante 90 minutos y se espera que retomen el diálogo este viernes.
En comentarios a medios estatales chinos a su llegada a Washington, Liu dijo que subir los aranceles “es muy desventajoso para ambas partes”. “Hemos venido aquí en esta oportunidad, bajo presión, lo que muestra la gran sinceridad de China, y queremos resolver sincera, confiada y racionalmente ciertos desacuerdos o diferencias que enfrentan China y Estados Unidos. Creo que hay esperanza”, sostuvo, según Reuters.
Sobre el tema, el presidente estadunidense señaló: “Estábamos muy cerca de un acuerdo y luego comenzaron a renegociar el acuerdo. No podemos aceptar eso. No podemos aceptar eso”, dijo Trump en un evento en la Casa Blanca. Asimismo, afirmó que si ambas partes no alcanzan un acuerdo, Estados Unidos volvería a fabricar productos que China elabora actualmente. “Será a la antigua, la forma en que solíamos hacerlo: Nosotros haremos nuestros propios productos”.
Adicionalmente, desde principios del 2018, Estados Unidos cobra otros aranceles a China sobre acero, aluminio, paneles solares y lavadoras, bajo otros mecanismos legales. A su vez, China ya impuso aranceles a unos 110,000 millones de dólares en bienes estadounidenses en represalia por los aranceles de Trump.