Los Boeing 737 MAX accidentados en Etiopía e Indonesia carecían de dos mecanismos de seguridad que habrían ayudado a sus pilotos a evitar los incidentes, informó The New York Times. El par de aviones siniestrados no contaban con un sistema de software que toma lecturas de un par de dispositivos dentro de la aeronave para mejorar la seguridad en la fase de ascenso, lo cual llevó a un fallo en los sensores que activan ese mecanismo.
Boeing coloca dichos sistemas como equipo extra a un costo superior; sin embargo, ya decidido comenzar a incluir uno de ellos como estándar después de los ocurridos, señaló una fuente aun cuando la empresa no ha anunciado oficialmente ningún movimiento en ese sentido.
Las características con las que no contaban los Boeing 737 MAX eran el «ángulo de ataque», que muestra las mediciones de los dos sensores en cuestión, y la «luz de desacuerdo», que se activa si las mediciones de esos sensores no coinciden.
Boeing ya anunció una actualización de su sistema de software en los modelos de aeronaves y también tiene previsto incluir la «luz de desacuerdo» por defecto, informó la fuente al periódico. Pero el indicador del «ángulo de ataque» continuaría como un extra que las aerolíneas deben encargar.
El NYT también aseguró que el piloto del vuelo de Lion Air -cuyo avión se estrelló en octubre pasado- consultó desesperadamente el manual técnico de la aeronave mientras se precipitaba hacia el mar para tratar de encontrar una solución y estabilizarlo.
Según la investigación preliminar del siniestro, el avión se inclinó hacia abajo más de 20 veces, un movimiento que los expertos creen que pudo estar causado por un error de los sensores o del software citado anteriormente.