El hallazgo es tan espectacular, que sin tardanza fue presentado este 12 de enero por el astrónomo Eric Coughlin a la Sociedad Astronómica Estadounidense durante una conferencia llevada a cabo en Seattle. Un agujero negro cuya masa es 6.000 millones de veces más grande que la del Sol, fue captado mientras cobraba brillo por segunda vez. Lo que en pcas palabras parece inocuo, en realidad era un acontecimiento notable para la ciencia.
Los agujeros negros supermasivos cobran brillo cada vez que se acercan demasiado a una estrella. Cuando esto sucede, el poderoso campo gravitacional del agujero negro hace que la estrella se deshaga en restos de material candente y brillante, que se apaga de nuevo una vez que es engullido por el agujero negro.
Segundo registro conocido
Si bien este fenómeno era conocido, anteriormente solo se había detectado una sola ocasión en la que un agujero negro supermasivo se «traga» a la misma estrella. «Casi cuatro años después de que se detectó originalmente, volvimos y miramos este objeto nuevamente y descubrimos que una vez más era brillante”, dijo Coughlin. «Eso es muy, muy extraño, y eso no está previsto en absoluto por las teorías actuales», añadió el astrónomo, citado por el magacín New Scientist.
¿Y cómo saben los científicos que se trata de la misma estrella? Coughlin y sus colegas pudieron llegar a tal conclusión luego de analizar los datos generados por el resplandor cósmico emanado por el agujero negro. Dado que los registros eran muy parecidos, el equipo de astrónomos da por hecho que en efecto, se trata del mismo «manjar» espacial.
«Las estrellas que interactúan con agujeros negros supermasivos pueden ser total o parcialmente destruidas por las mareas», dice el artículo científico correspondiente, publicado ya en The Astrophysical Journal Letters. El término se refiere a las «mareas disruptivas» (TDE) causadas por la energía de absorción generada por los agujeros negros supermasivos.
Cada destrucción parcial es una especie de «mordida» del agujero negro a la estrella afectada.
Esta podría sufrir de nuevo por la voracidad del agujero negro. Según los modelos predictivos usados por los astrónomos estadounidenses, la próxima mordida del agujero negro en el evento bautizado como AT 2018fyk ocurrirá el 25 de marzo de 2025. Fuente DW