La bióloga e investigadora mexicana Julia Carabias sostuvo una charla con jóvenes respecto a los problemas ambientales que suceden en el planeta
“¿Salvarme a mí? ¡Sálvense ustedes!”. Eso expresó la bióloga e investigadora mexicana Julia Carabias, al señalar que en caso de que el planeta Tierra pudiera hablar, esa sería su respuesta en el tema medio ambiental. Asimismo, añadió que el rápido avance en el deterioro ecológico va a tener repercusiones en contra de la humanidad. Todo esto lo dijo durante su participación en el ciclo Mil jóvenes con…, donde compartió sus conocimientos científicos con las y los muchachos reunidos en el auditorio Juan Rulfo de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
El deterioro que ha sufrido el planeta en las últimas décadas es tal que la fertilidad que alguna vez presumieron los suelos de México, por ejemplo, ya no parece que vaya a mejorar. Añadió que el golpe fulminante para el país fue haber eliminado la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), que era uno de los centros de vanguardia para la investigación ambiental, además de que servía como ejemplo para otras naciones que empezaban a guiarse en los ejemplos que marcaba el apartado mexicano.
Comentó que estamos viviendo en el Antropoceno, teoría que afirma que la humanidad ya marcó un antes y un después de su paso por el planeta. Destacó que cada vez que se destruye el medio ambiente es por culpa del hombre, y por esta razón es que la humanidad debe solucionar los conflictos biodiversos que aquejan a los bosques, los mares, las selvas e incluso los polos, que poco a poco se derriten.
Pensar que el aumento de la temperatura global del planeta en un par de grados, como está pasando, no es mucha cosa, es una de las mayores equivocaciones que se puede tener, debido a que estos grados extra son energía que, en palabras de la mexicana, “la Tierra no sabe digerir”. Esta sobrecarga tiene como consecuencia todos los cambios climáticos que se pueden ver a lo largo del globo. Entonces, enfatizó, es el trabajo de estas generaciones trabajar en equipo y lograr el cambio que no se pudo en el pasado.
Para finalizar, la bióloga invitó con mucho ímpetu a todas las personas a formar grupos de “esperanza” para poder dialogar y llegar a diferentes propuestas que salven lo que queda de humanidad. Asimismo, mencionó que crear esta agenda del futuro no es una labor fácil; sin embargo, no hacer un cambio por el mundo, sería una peor solución.