Las auroras boreales son uno de los mayores espectáculos de la naturaleza. Una aurora se produce cuando las partículas cargadas procedentes del Sol chocan con el campo magnético de la Tierra. Estas partículas procedentes del viento solar son guiadas por el campo magnético de la Tierra y se dirigen hacia los polos. Cuando esas partículas alcanzan nuestra atmósfera chocan con las moléculas de oxígeno y nitrógeno, excitando los átomos y haciendo que estos ganen un electrón. Transcurrido un rato, al liberarse de ese electrón, devuelven la energía adquirida en forma de luz. Esta luz puede producirse con distinta intensidad y longitud de onda, que afectan al color de la luz que vemos.
Según dicen los expertos, la mejor época para observar las auroras polares es en primavera y otoño, entre los meses de octubre y marzo. Sin embargo, hay que tener en cuenta de que se trata de un fenómeno que depende mucho de la actividad solar y del viento solar, por lo que resultan impredecibles.
Las auroras boreales suceden en diferentes regiones de nuestro planeta y por sí solas son un verdadero espectáculo en la oscuridad del cielo nocturno, algo que muchos sueñan con ver de cerca. Conocidas por sus luces de colores, las auroras son incluso la meta de un viaje inolvidable, pero ¿alguna vez has imaginado auroras rosadas? Eso fue lo que sucedió luego de que se registrara una grieta en el campo magnético terrestre.
Grieta en el campo magnético de la Tierra
Con la apertura de una rendija, las partículas solares altamente energéticas pudieron penetrar más profundamente en la atmósfera de lo que normalmente lo hacen, lo que provocó las luces de colores más inusuales en las auroras, que normalmente muestran tonos azulados y verdosos. Según el equipo de SpaceWeather, algunos científicos notaron la fisura en el campo magnético de la Tierra tras la ocurrencia de una tormenta solar clasificada como G-1 que azotó el planeta. Tan raro fenómeno fue registrado por un grupo que tenía a Markus Varik como guía turístico de auroras boreales de una agencia de turismo en Noruega llamada Greenlander, donde el propio guía informó que las auroras rosas aparecieron alrededor de las 6 de la tarde y duraron alrededor de dos minutos.
Estos fueron los amaneceres rosas más fuertes que he visto en más de una década de giras dedicadas, y fue una experiencia aleccionadora, dijo Markus Varik
Es de destacar que durante esta tormenta solar más reciente que dio lugar a una grieta en la magnetosfera terrestre, el viento solar penetró por debajo de los 100 km, donde el nitrógeno es el gas más abundante, lo que provocó la coloración inusual.
¿Cómo se forman las auroras?
El campo magnético del planeta es el encargado de blindar contra la radiación cósmica que nos protege a todos los seres humanos de los rayos más fuertes del Sol, permitiendo la vida en la Tierra. Sin embargo, este escudo protector es naturalmente más débil en los polos norte y sur, lo que hace que el viento solar se deslice a través de la atmósfera en un área generalmente entre 100 y 300 kilómetros de la superficie de la Tierra, donde se forman las auroras.
Esto sucede porque a medida que las partículas solares atraviesan la atmósfera, terminan sobrecalentando los gases, que en respuesta brillan intensamente en el cielo nocturno.
En resumen, las auroras tienen un color verdoso como se mencionó anteriormente, esto sucede porque los átomos de oxígeno son más abundantes en esa parte de la atmósfera a la que normalmente llega el viento solar, lo que hace que aparezcan luces verdes cuando los átomos están excitados. El guía turístico Varik también afirmó que además de las auroras rosas que duraron poco tiempo, pero que ya llamaron la atención de los turistas, también se produjeron fuertes auroras verdes durante toda la noche, un verdadero espectáculo para quienes la buscaban.