La nave de la Prueba de redireccionamiento del asteroide doble (DART), el primer test en el mundo que pone a prueba una tecnología para defender a la Tierra de posibles peligros de asteroides o cometas impactará con su objetivo el próximo 26 de septiembre.
Según informó la NASA, el impacto con el asteroide Dimorphos se producirá a las 19.14 hora local (23.14 GMT) y no supone ninguna amenaza para la Tierra.
Aunque actualmente no hay asteroides que estén en curso de impacto directo con la Tierra, existe una gran población de asteroides cercanos a nuestro planeta. Para ser exactos, son más de 28.000 asteroides de todas las formas y tamaños, según los datos más recientes del Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA.
Cambiar el desplazamiento de asteroides
Esta prueba demostrará que una nave espacial puede navegar de forma autónoma hacia un asteroide y colisionar con él de forma intencionada para cambiar el desplazamiento de dicho asteroide.
«Estos objetos se precipitan por el espacio y, por supuesto, han marcado la Luna y, con el tiempo, también en la Tierra han tenido impactos importantes, han afectado a nuestra historia», dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la NASA para la ciencia, durante una conferencia de prensa celebrada el lunes (12.09.2022).
Gracias a la medición con telescopios basados en tierra, DART proporcionará datos importantes para ayudar a prepararse mejor, por si alguna vez se descubre algún asteroide que pueda suponer un peligro de impacto.
«No se trata de un hecho aislado», dijo durante la conferencia de prensa Nancy Chabot, responsable de la coordinación de DART en el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, en Maryland, que dirige la misión. «Queremos saber qué le pasó a Dimorphos, pero lo más importante es que queremos entender lo que significa para aplicar potencialmente esta técnica en el futuro».
La nave de DART, construida y gestionada por el Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins (APL) para la NASA, viajará millones de kilómetros de forma autónoma antes de impactar deliberadamente contra Dimorphos, un pequeño asteroide que gira en torno a uno más grande llamado Didymos, con el objetivo de alterar ligeramente su órbita.