El primer vuelo de Artemis de un cohete sin tripulación, debió despegar el lunes 29 de agosto, iba ser el gran lanzamiento de la misión Artemis I de la NASA, el primer gran paso importante de la agencia espacial para retornar con humanos a la superficie lunar, pero aún tenemos que esperar un poco más. Cincuenta años después de que astronautas pisaran la superficie lunar por última vez en la misión Apolo 17.
El nombre Artemis se hace eco de Apolo, como se denominó el programa espacial tripulado desarrollado por Estados Unidos en los años 1960. Artemisa, en la mitología griega, es la hermana gemela de Apolo y una diosa asociada a la Luna.
Engineers continue to assess #Artemis I launch attempt data. On Tuesday, Aug. 30 at 6pm ET (22:00 UTC) we’ll provide an update on the status of the @NASAArtemis flight test. Details: https://t.co/aYUGR2rT2r pic.twitter.com/lt3o6x6GXg
— NASA (@NASA) August 29, 2022
Artemis 1 es un vuelo de prueba del cohete Space Launch System (SLS) de 98 metros y de la cápsula Orion que se encuentra en la parte superior, que busca garantizar que se pueda transportar astronautas de manera segura en el futuro.
La cápsula Orion -impulsada por un módulo de servicio construido por la Agencia Espacial Europea, llevará en el futuro astronautas a bordo. Llegar a la Luna le llevará varios días y su acercamiento más cercano será a unos 100 km.
La cápsula encenderá sus motores para llegar a una «órbita retrógada distante» 64.000 km más allá de la Luna; una distancia récord para una nave capaz de conducir personas. «Distante» se refiere a la elevada altitud y «retrógada» a que Orion girá en torno a la Luna en sentido opuesto al que la Luna órbita la Tierra.
Tras pasar la Luna, Orion emprenderá el regreso
El objetivo primario de la misión es probar el escudo de calor de la capsula. Con sus cinco metros de diámetro, es el mayor jamás construido. Al entrar en la atmósfera, deberá soportar una velocidad de 40.000 km/h y temperaturas de 2.760 grados Celsius. Gracias a una serie de paracaídas deberá caer suavemente en el Pacífico frente a la costa de San Diego. Submarinistas amarrarán cables y remolcarán la cápsula a un buque de la armada estadounidense.
La cápsula llevará un maniquí llamado «Campos» en recuerdo al ingeniero que salvó de un desastre la misión Apollo 13 en 1968. Campos contará con sensores para registrar aceleraciones y vibraciones y estará acompañado por otros dos maniquíes, Helga y Zojar, que están hechos de materiales diseñados para imitar huesos y órganos.
Uno vestirá un chaleco de radiación para testear el impacto de la radiactividad en es el espacio profundo. Numerosas cámaras harán posible observar el viaje desde varios ángulos; el incluyendo el de un pasajero de la cápsula.
Cámaras montadas en los paneles solares tomaran selfis de la nave con la Tierra y la Luna de fondo. La vida imitará al arte con una muestra tecnológica denominada Calisto inspirada en la computadora parlante de Starship Enterprise. Es una versión mejorada del asistente de voz Alexa que será llamada para ajustar la luz de la cápsula o leer datos del vuelo.
La idea es facilitarle la vida a los futuros astronautas. Ademas una decena de CubSats, satélites del tamaño de una caja de zapatos, serán desplegados en lo alto del cohete para tareas como estudiar un asteroide, examinar el efecto de la radiación en organismos vivos o buscar agua en la Luna.
¿Cuándo será el próximo intento de lanzamiento?
El enorme cohete Space Launch System (SLS) y la nave Orión permanecen en una configuración segura y estable. Aunque los responsables aún no han fijado una fecha para el próximo intento de lanzamiento, la primera oportunidad posible es el viernes 2 de septiembre, durante una ventana de lanzamiento de dos horas que se abre a las 12:48 p.m.
Es posible que exista la posibilidad de que sufra retrasos debido a problemas técnicos o meteorológicos. En ese caso, las fechas de respaldo son el 2 y 5 de septiembre.