El polo norte magnético de la Tierra se ha estado desplazando con tanta rapidez en las últimas décadas que los cálculos antiguos ya no son suficientemente precisos para la navegación, así lo informaron científicos, que recién emitieron una actualización sobre dónde está el norte verdadero, esto casi un año antes de lo programado.
¿Tu brújula no apunta al norte como solía hacerlo? Esto es porque el campo magnético del planeta no se queda quieto. Ha cambiado tanto en los últimos años que los científicos acaban de actualizar el modelo, un año antes de lo previsto.
El modelo magnético mundial usualmente se actualiza cada cinco años, y el próximo cambio debía hacerse a fines de 2019, informaron los Centros Nacionales de Información Ambiental de Estados Unidos. Los científicos no están totalmente seguros de por qué el ritmo se ha acelerado.
El norte magnético se está desplazando unas 34 millas al año. Cruzó la línea internacional de cambio de la fecha en 2017 y está dejando el Ártico Canadiense en ruta a Siberia. El desplazamiento constante es un problema para las brújulas en los celulares y en algunos productos electrónicos para el consumidor. Los aviones y barcos también usan el norte magnético, usualmente como recurso de reserva, dijo el geofísico Arnaud Chulliat, de la Universidad de Colorado y autor principal del recién emitido Modelo Magnético Mundial. El sistema de posicionamiento global (GPS, por sus siglas en inglés) no resulta afectado porque opera con base en satélites.
El polo norte magnético se encuentra actualmente en el Océano Ártico, muy al norte de Canadá y relativamente cerca del Polo Norte real (ese sería el punto en el globo donde convergen las líneas de longitud, en el eje de rotación del planeta). “Se está moviendo unos 130 metros por día”, señaló Robyn Fiori, investigador de ciencias de la Tierra en Natural Resources Canada. A la velocidad y el rumbo actuales, “llegará a Siberia en menos de 40 años”, agregó Fiori.
El norte magnético se ha movido cerca de 2 mil 200 kilómetros al norte y al oeste desde que fue localizado por primera vez en el territorio canadiense de Nunavut en 1831. Salió del continente en 2001. El campo también protege a la Tierra de la radiación solar mortal, aunque no hay preocupación de que la función se vea afectada por los cambios, asegura Fiori. “El campo magnético de la Tierra seguirá protegiéndonos.